Opinión

Sostenibilidad y creación de valor en la pyme (y II)

El objetivo es favorecer la conciliación laboral.
Sostenibilidad y Creación de Valor en la Mediana y Pequeña empresa: Cómo iniciar el viaje para integrarlos
Getty Images

Aprovechando la revisión anual del plan estratégico actual, han decidido incorporar la Sostenibilidad al proceso de elaboración y seguimiento de su Estrategia, uniendo así Crecimiento, Rentabilidad y Sostenibilidad. Para ello, van a analizar la sostenibilidad de su negocio y, en un proceso que irán perfeccionando, escoger los parámetros ESG (ASG: medio Ambiente; Social; Gobierno) más adecuados a su negocio y estrategia.

Al convertir la Sostenibilidad en algo estratégico y operativo, han determinado transformar la memoria anual en una memoria de Sostenibilidad, siguiendo el ejemplo de otras empresas medianas de diversos sectores. Igualmente han determinado qué miembro de su Comisión Directiva será el encargado de revisar y valorar los KPIs (indicadores de rendimiento) escogidos para medir su gestión.

Son conscientes de que la sostenibilidad es un proceso, no un resultado y, por ello, dada la amplitud de los criterios ESG, han decidido ser selectivos, no intentar abarcarlos todos, sino empezar por aquellos que, al estar más relacionados con su estrategia de negocio, la fortalezcan.

¿Cómo llevar a cabo la decisión tomada? ¿Por dónde empezar?

Es aconsejable, pero no es imprescindible, contar con la colaboración de algún experto externo. También montar un equipo que, de acuerdo con la cultura interna de la organización, ponga en marcha y lleve a cabo el proceso donde se integrará el director financiero.

Generalmente se debe de comenzar por la E (medio ambiente), pues este factor suele ser una palanca para impulsar los aspectos sociales (S) y de Gobierno (G), escogiendo un numero de parámetros inicial no superior a 3 que, en cualquier caso, dependerá de varios factores como el tamaño, el sector y los mercados en los que opera, y que se irán ampliando según avance el proceso.

Sin olvidar que todas las empresas usan energía y se ven afectadas por el entorno, el primer paso es recopilar la información, necesaria para determinar qué parámetros escoger, por una doble vía.

        • Una externa. Análisis de la Sostenibilidad en el sector y los mercados donde se              actúa; cómo afecta el cambio climático a su negocio; la legislación actual y la                  prevista; las ayudas o fondos dedicados a este fin; las técnicas y tecnologías                    aplicables... Importante en esta vía es analizar los ecosistemas existentes y sus              mercados para la creación de valor.

       • Otra interna.  Escuchar activamente a los clientes para, a continuación, hacerlo           con los empleados, socios estratégicos y accionistas de referencia.                                       Adicionalmente, evaluar dónde se pueden introducir mejoras en asuntos                         relacionados con el parámetro E: el uso de agua y energía, gestión de residuos,             emisión de gases de efecto invernadero, abastecimiento sostenible de la                           cadena de suministro…

Esta evaluación interna deberá hacerse siguiendo el modelo de negocio existente, revisando tanto los Recursos y Procesos internos, como la Cadena de Suministro y la Distribución por el lado de los costes.

En cuanto a los ingresos se refiere, habrá que considerar la nueva Propuesta de Valor, vinculándola a los distintos segmentos de clientes que se tengan y que puedan ser más sensibles a las cuestiones medio ambientales, como es el caso de la generación Z, sin olvidar la posibilidad de obtener contratos gubernamentales. En el caso de ser un negocio B2B y el cliente una gran empresa, es bastante probable que tengamos ya definidos los parámetros ESG con los que trabajar, si bien siempre cabe un grado de libertad en cómo hacerlo.

En relacion a los aspectos financieros, caben mencionar algunas ventajas a considerar y estudiar, como los beneficios fiscales o la reducción del coste de capital, así como la posibilidad de nuevas inversiones en “tecnologías verdes”. Una vez recopilada y analizada la información, es factible decidir el cambio o no del modelo de negocio, (algo que veremos en otra ocasión) sopesando riesgos y oportunidades o, alternativamente, escoger los parámetros ESG valorando su impacto en el negocio actual, determinando en cuáles queremos destacar y en cuáles simplemente cumplir los estándares.

Hecha esta primera selección de los parámetros ESG, deberá establecerse una Hoja de Ruta, con Objetivos y Acciones específicas definidas dentro de un Cronograma. Con una asignación de recursos económicos, organizativos y de personas. Mención especial dentro de ésta merece la política de comunicación necesaria para dar a conocer a nuestros clientes y al mercado en general, así como a los distintos stakeholders (grupos de interés), nuestro viaje hacia la Sostenibilidad. Un viaje en el que cabe la asociación y colaboración con otras entidades

Por último, y dado que sólo lo que se mide se puede gestionar, se establecen los KPIs adecuados a los parámetros ESG escogidos. La dificultad aquí radica en que no existen, a diferencia de los parámetros económico-financieros, unas métricas estandarizadas. El viaje ha comenzado. Ya tan solo quedan las revisiones periódicas del mismo, para ajustar e ir ampliando el espectro de los parámetros ESG, para avanzar plenamente en la Sostenibilidad.

Mostrar comentarios