Lo primero que a uno se le viene a la mente al ver este zapato de tacón de aguja guitarrero, fruto de la colaboración entre el diseñador de zapatos siberiano Max Kibardin y el ínclito creador digital afincado en Barcelona Alex Posada, es que dan ganas de lanzarse a dar riffs guitarreros sujetando la pierna de cualquier dama.
Estos "e-shoes" son capaces de emitir sonidos de forma inalámbrica gracias a una placa de sonido MIDI que se esconde en la ligera plataforma con que se deslizan de punta a tacón. Los zapatos parten de una creciente moda por los llamados "Objekt Instruments”, que se basan en el desarrollo de interfaces físicas distintas para instrumentos musicales de nuevo cuño, que incluye sintetizadores hechos con cajas de puros, super-trajes con sensores corporales cosidos que disparan fragmentos de audio o vídeo, un tapiz-theremin...
El calzado está firmado por el colectivo "Chicks on Speed" , un grupo de arte multidisciplinar en constante cambio que aplica la ética DIY inspirada en el punk para cuestionar los límites del arte, la moda, la música y los nuevos medios.
"Conocidas por su estilo ecléctico que abarca música electro-clash, collages gráficos, pintura y moda DIY, la actividad de Chicks on Speed es caótica y se opone firmemente al arte aburrido, con grandes dosis de humor e ironía", según reza la web del SONAR 2010, que empieza el jueves y tendrá a las "pollitas correosas" en su cartel del SonarMática.
Cierto es que los "e-shoes" difícilmente puedan ayudar a los músicos en un concierto, pero definitivamente, ayudará a la groupie más fashion a obtener una gran cantidad de elogios por parte de la banda y, si nos apuran, del público en general.
Las Chicks on Speed, haciendo de las suyas a parrús descubierto...
Para tocar los tacones-guitarra en soledad tampoco hace falta ser contorsionista, pues gracias al cruce de piernas pueden ser operados tanto por un partenaire como por una misma, doblando las pantorrillas y manejando el instrumento con la técnica lap-tapping, que es como tocar una guitarra como si estuviera puesta sobre una mesa.
Un instrumento que bien podría bautizarse como "unos manolos kitsch", si se toca un tema de la rumba catalana del grupo homónimo.
Probabilidades de comercialización: 45%, No dejan de ser un concepto crítico-humorístico, pero con grandes posibilidades para las más fashionistas.
Vía DianePerNet
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