La impresora de usar y tirar, ¿ecológica o despilfarro?

¿Recuerdas las cámaras de fotos de usar y tirar? A más de uno se le olvidó revelar las fotos y tiraba la cámara a la papelera después de disparar la foto número 32. En el fondo, la gracia de las fotos reside en el acto de disparar, inmortalizar el momento, independientemente de si alguien mira esa foto en el futuro. La fotografía digital es la culminación de esta tendencia: millardos de fotos disparadas cada día para que unas pocas acaben en Flickr, otras menos impresas y una gran mayoría sepultadas en algún disco duro que algún día dejará de funcionar.

El abaratamiento de las cámaras digitales convirtió en obsoletas las cámaras deshechables. ¿Pueden estas mismas cámaras dar alas ahora a las impresoras de usar y tirar? Así lo creen unos diseñadores chinos, que han imaginado un producto-concepto inspirado en los cartones de leche. Se trata de una impresora de un solo uso, para inmortalizar en papel esa foto excepcional o bien una serie entera.

La impresora imaginada por Yuexun Chen y Chia-Chen Hsiao está fabricada con papel reciclable y se conecta a la cámara digital a través del puerto USB. Los creadores de la impresora de un solo uso han querido que el embalaje sea el producto en sí; de este modo, el paquete tiene una ranura del tamaño del papel que queremos imprimir, y en él aparecen grabadas la resolución y la velocidad de impresión del cartucho en concreto. Una vez utilizada, la impresora cierra el ciclo por la misma vía que lo inició: siendo pasto del reciclaje.

Posibilidades de comercialización: 20%. La idea es brillante pero parte de una concepción equivocada: uno puede necesitar repentina y puntualmente una cámara de fotos, pero el momento de la impresión puede posponerse indefinidamente, salvo que estemos en el negocio de fotografiar a turistas con monos en brazos. En ese caso, nada como la renacida Polaroid.

Visto en Yanko Design.