Las motos de nieve tienen algo de especial. Posiblemente, por ser uno de los pocos medios de transporte que pueden moverse a sus anchas por las inhóspitas extensiones heladas del mundo.
Las motonieves son ampliamente utilizadas en territorios árticos como vehículo de viaje. Sin embargo, las pequeñas poblaciones de estas zonas no las convierte precisamente en un mercado mayoritario. No ocurre así con la gran producción anual de motonieves que es vendida con propósitos recreativos, especialmente en Norte América y en lugares donde la nieve permanece estable durante los meses de invierno.
El impacto ambiental de las motonieves es últimamente un tema peliagudo al que todavía nadie se ha atrevido a meterle mano, ya que la mayoría de estos vehículos son impulsadas por motores de gasolina de dos tiempos, e incluso de cuatro tiempos.
De acuerdo con las estadísticas, por ejemplo en el Parque Nacional de Yellowstone (EE.UU.) las motos de nieve generan el 80 por ciento de las emisiones de hidrocarburos totales y el 50 por ciento de las emisiones de monóxido de carbono durante los meses de invierno. Tan contaminantes son que este parque nacional ha limitado la entrada de vehículos de este tipo a 720 por día.
Para abordar estas cuestiones, y para ir realmente más allá del alcance de lo convencional (¿ruidosos motores de 4 tiempos que manchan la nieve a su paso?), la diseñadora austriaca Jessica Covi ha concebido hábilmente una auténtica moto-nieve que no desentone con el verde alpino.
Y la llama "Nanuq" por su silueta de oso polar, una silueta a la que no le quedan nada mal los aros engarzados de Audi que le ha colocado para darle, si cabe, más lustre.
La sección de combustible del vehículo se compone de unos tanques de hidrógeno con un módulo de celdas de combustible, que mueven una serie de motores eléctricos para dotarla de buena tracción. Pero no solo Jessica Covi ha cortado por lo sano el tubo de escape de la moto para que sólo suelte agua.
También ha tocado las características de conducción, con una mejora de la experiencia a través de la posición ergonómica del asiento y los mecanismos de dirección, que acentúan la visión y maniobrabilidad a altas velocidades. La información de la pantalla del salpicadero también presenta importante información sobre el terreno, la comunicación y los sistemas de GPS de a bordo.
Por último, pero no menos importante, la moto de nieve sostenible incorpora también grandes atributos de seguridad, tales como airbags, cinturones de seguridad y barras antivuelco.
Algo muy importante, a tenor de lo fácil que es darse un leñazo de cientos de metros de caída con tan singulares (y contaminantes) artefactos.
Probabilidades de comercialización: 20%. Bravo Jessica, tienes merecido tu premio de diplomatura por este diseño. Ahora, que lo veamos sobre la nieve a corto plazo es otra historia mucho más difícil. Aunque el primer copo de la bola de nieve ya está puesto con este bonito vídeo.
Vía y fotos: CreativeDNAAustria
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