Un parque urbano que es granja y supermercado

De la huerta a su casa. La agricultura ecológica llevada al parque donde los niños juegan y los perros pasean haciendo cosas de perros.

Es la propuesta del estudio de arquitectura holandés Van Bergen Kolpa Architecten, que está planeando construir el primer huerto-supermercado urbano del mundo para que sus compatriotas puedan degustar los mejores productos del campo a poco tiempo de su casa.

Este enorme paraíso vegano, de  más de 1600 hectáreas de extensión, se emplazará en la región conocida como Randstad, una de las mayores conurbaciones de Europa, formada por la cercanía de algunas de las principales ciudades del país: Ámsterdam, Rotterdam, La Haya y Utrecht; con hasta otras 116 ciudades y municipios de menor tamaño.

El Randstad se caracteriza por tener la forma de una especie de anillo metropolitano, donde se agrupan alrededor de 6,5 millones de habitantes, el 40% del total de los Países Bajos. En el centro se condensa una extensa área rural y relativamente despoblada conocida como el ‘Corazón Verde’.

El parque-supermercado incluirá todo tipo de cultivos, controlados para desarrollar variedades que jamás podrían crecer en las frías tierras holandesas. De esta manera, se combinarán las naves revestidas de calefacción y techos aislantes encargados de recrear artificialmente climas como el mediterráneo o tropical, junto con las más rudimentarias empleadas desde hace años en el país. También existirán parcelas más pequeñas que harán las veces de tienda.

El proyecto, presentado en la convención Architecture of Consequence de San Francisco, ya tiene en preparación una prueba piloto de 30 hectáreas a las afueras del Randstad que será atendida por una cooperativa de agricultores. Si todo marcha correctamente, abrirá sus puertas el próximo otoño. También tendrá espacio para pequeñas piscifactorías donde criar peces de consumo y donde también se podría cultivar arroz.

Y tú, ¿comprarías en el huerto del parque de la esquina? En nuestro país, si vives en ciudad, sólo tienes dos opciones de asegurarte que el tomate que te llevas a la boca está libre de productos químicos: o eres el afortunadísimo dueño de un terrenito, al que dedicas unas horas de tu esfuerzo diario, o lo compras directamente a alguna de las cooperativas de productos orgánicos que están hoy tan de moda (aviso: no sale barato).

Un parque-supermercado como el holandés constituiría la tercera vía. Aunque conociéndonos un poco, tendrían que ponerle seguridad y unas vallas muy altas.

Posibilidades de sacar a pasear al perro y volverte con la ensalada a cuestas: Medias. Si bien en los Países Bajos, donde tienen una sólida conciencia cívica, es probable que la iniciativa crezca y hasta funcione. En España, semejante macrohuerto habría que protegerlo escopeta en mano.

Visto en fastcodesign, vanbengerkolpa. Más iniciativas verdes aquí:

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