OPINION

Poniendo un cubito de hielo al rojo vivo con la magia de la inducción magnética

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TRUMPF Huettinger, fabricante alemán y líder mundial en generadores de calentamiento por inducción, mostró los galones de sus nuevo producto TruHeat en el pasado EMO de Hannover (la feria más importante de la industria metalúrgica mundial) "poniendo incandescente" un cubito de hielo gracias a una bobina magnética. O, por lo menos, creando la ilusión de que así lo hacía.

El calentamiento por inducción es el más eficiente de todos los sistemas de calentamiento y funciona a través de campos electromagnéticos de frecuencias específicas. Se utiliza en la industria metalúrgica para la forja y maleado de diversos materiales.

Los campos electromagnéticos crean corrientes eléctricas en el material y, en combinación con su resistencia eléctrica, lo calientan al igual que ocurre con el filamento de una bombilla de luz. Y cuanto mejor esté el inductor adaptado a la geometría de la pieza, de una manera más eficiente que transfiere la energía a ella.

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En el caso del hielo, mediante el ajuste de la frecuencia de trabajo, el usuario puede determinar la profundidad con que la energía penetra en la pieza. Si se usa baja frecuencia, como se demuestra con el cubito de hielo, la energía penetra profundamente y lo calienta desde su interior.

Por el contrario, las frecuencias altas sólo calientan la superficie de las piezas. Si la superficie caliente se enfría rápidamente se endurece y, a la vez, el nucleo del material de mantiene elástico y, por lo tanto, resistente a la rotura.

En el ejemplo que se puede ver en Youtube, el TRUMPF Huettinger TruHeat funcionó a sólo 10 kw de potencia, pero su rango alcanza los 500 Kw para elevar la temperatura del material casi sin límite, aseguran en su página web.

Aunque para poder lograr este efecto de "hielo incandescente", debería existir en el agua del cubito algún cristal de sal o cualquier tipo de mineral cristalino con un contenido lo suficientemente alto para ser calentado desde el bucle inductor.

Por eso la explicación más plausible es que, simplemente, TRUMPF Huettinger ha metido un trocito de metal dentro del hielo para conseguir que el cubito brille como una bombilla e ilumine su stand de Hannover.

O es eso...o nos la han colado desde pequeñitos con el punto de fusión del hielo.

Vía Youtube y TRUMPF Huettinger

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