OPINION

Un estudiante crea unos vaqueros eléctricos de bajo coste para librarse de los carteristas

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Imagine que situación más placentera; un carterista de ágiles dedos que intenta sacarnos la billetera del bolsillo y lo que acaba recibiendo es una descarga que le deja la mano paralizada. Este sueño de todo ciudadano honrado ha sido hecho realidad por el estudiante hindú de 21 años Shyam Chaurasia, un residente del distrito de Uttar Pradesh, en Varanasi.

Los “Power-packed jeans” (una forma divertida de bautizarlos) no son unos pantalones eléctricos, sino que llevan incorporados un kit de shock anti-ladrones que puede adosarse a cualquier prenda. Y es que, aunque su creador ha diseñado el pack pensando en los carteristas de bolsillo trasero, lo mismo puede ser usado con vestidos de mujer o bolsos. “También podría dar descargas eléctricas a los violadores", afirma el joven inventor, que abandonó sus estudios después de fracasar dos veces en sus exámenes de secundaria.

El kit, que funciona por el mismo principio que un inversor (cambia la corriente continua a alterna para dar la descarga de 220 voltios) está formado por un par de cables finos de cobre, que se adosan en los puntos de costura de los bolsillos traseros, condensadores que recogen y almacenan electricidad, interruptores electromagnéticos, una resistencia y una batería de 3 voltios; todo ello incluido dentro de una caja del tamaño de una funda de gafas.

Así, cada vez que se desee utilizar, sólo hay que conectar los dos cables que salen de los vaqueros con el kit portátil que almacena la batería. Y listo para freír a quién ose a poner sus manos en el bolsillo del pantalón, que recibirá una descarga eléctrica para que las retire rápidamente en un acto reflejo.

Los usuarios de los jeans no deben alarmarse, pues no recibirán ningún tipo de electrocución mientras estén usando la ropa, incluso cuando el interruptor principal está encendido. De eso se ocupa una capa de goma aislante que separa el bolsillo del cuerpo del portador, para evitar contactos.

El invento del joven Shyam se ha hecho muy popular en Varanasi, en donde las personas que le visitan se pelean para obtener un kit diseñado para su uso personal. Sólo cuesta 300 rupias (menos de 5 euros), por lo que “además de ayudar a mis vecinos, estoy esperando ansioso la llegada de una empresa o una organización que me ayude a producir el kit a gran escala”, concluye el precoz inventor que, aunque dejó los estudios, enseña a los alumnos de una escuela privada cómo hacer sus experimentos de clase.

Shyam Chaurasia es el mejor ejemplo de cómo aplicar pequeños conocimientos prácticos de ciencia en un objeto tangible y funcional, por lo que definitivamente se convertirá en un modelo a seguir para muchos estudiantes. Su meta es hacerse ingeniero. Aunque antes habrá enseñado a estos mismos ingenieros que los inventos rompedores pueden surgir no sólo de expertos o científicos, sino también de gente totalmente común llena de creatividad.

Probabilidades de comercialización: 80%, sólo falta un empresario hindú ojo avizor, pues la idea, además de ser barata, es efectiva. Y solucionar lo de los falsos positivos, para que nuestra pareja no se quede chamuscada cada vez que nos agarre el pompis

Vía India Info

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