Lástima que Carlos Sainz se haya retirado, sino seguro que le cae un frozen-koala en todo el delco. Y quién dice koalas, dice cangurillos, dingos y, si nos apuran, hasta la cabeza helada de Walt Disney. Ese es el arsenal que guarda en sus neveras los grupos de protesta "No Rally", procedentes de un recogida selectiva de animales atropellados en las carreteras australianas.
Estos colectivos se oponen a la carrera por motivos ambientales, afirmando que su paso ahuyenta la vida silvestre y altera las zonas de cría en temporada alta. El jefe de la policía del Valle de Tweed-Byron (donde se celebra el Rally de Australia), el superintendente Michael Kenny, afirma que están siguiendo muy de cerca los rumores que circulan sobre el uso de animales muertos para boicotear la carrera, que empieza hoy.
También existen amenazas de fogatas en las curvas o de activistas plantándose en el asfalto ante un coche a 200 km/h. "Me parece un poco extraño que estos grupos guarden en sus congeladores animales desmembrados para tirar a los coches, pero la amenaza es real".
Por ello, la policía destinará 150 agentes a vigilar el trazado y un helicóptero que controlará todo aquello que no sean hielos para el refrigerio.
"Nosotros respetamos el derecho del pueblo a protestar, pero siempre y cuando no se ponga en peligro a nadie tirando cosas congeladas", apostilla, con mucho sentido, el superintendente Kenny.
Vía Brisbane Times
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