OPINION

"Avatar" acaba con la vida de un hombre en Taiwan

CHINA-JAMES CAMERON
CHINA-JAMES CAMERON
El cineasta James Cameron ofrece una conferencia de prensa sobre su nueva película, "Avatar", el miércoles 23 de diciembre del 2009 en Beijing. (AP Foto/Andy Wong)

"Acabo de ver Avatar hace unas semanas y desde entonces me siento deprimido y triste. Es como si quisiera estar en Pandora. Me gustaría hacer algo para estar en Pandora. He intentado muy fuerte soñar con estar en Pandora, pero no ha funcionado".

Uno que ha visto Avatar y le gustó mucho.

Avatar, la película de James Cameron, no sólo puede presumir de una auténtica fiebre de depresiones post-visionado que está alarmando a los psicólogos de medio mundo. Después de llevarse más Globos de Oro que los que caben bajo el tejado de "Up", la película también tiene el dudoso honor de haber, presumiblemente, matado al primero de sus espectadores.

Según la agencia AFP, el finado es un hombre chino de 42 años de edad, de apellido Kuo, que tenía un historial de alta presión arterial y que sufrió un infarto mientras veía la película en la norteña ciudad de Hsinchu. El hombre fue llevado al hospital inconsciente, donde un análisis reveló que en realidad había sufrido una hemorragia cerebral. Murió 11 días después.

El médico de la sala de urgencias Peng Chin-chih afirmo que "es probable que la sobre-excitación al ver la película haya disparado sus síntomas".

El China Times informó que el incidente representa "la primera muerte ligada a épica-ficción de James Cameron". Precisamente las autoridades chinas estuvieron a punto de impedir el estreno de Avatar en su país, al ver una supuesta alusión de la película a la explotación en China de "los débiles por parte de los poderosos, de los pobres por parte de los ricos".

Al final las autoridades chinas, temiendo que la prohibición pudiera desembocar en graves disturbios civiles, decidieron que la película sólo se mostrara en 3D. Puesto que hay pocas salas equipadas para ello en el país, el decreto equivale a una prohibición velada.

Precisamente es en una de estas pocas salas donde el señor con apellido Kuo encontró la muerte, no sabemos si por la fuerza de las imágenes o por el cacao mental que significa pillar el sentido al idioma Na´vi , el lenguaje de moda.

El caso es que este suceso es lo que le faltaba a los gerifaltes chinos para terminar de condenar la cinta de James Cameron al mayor de los ostracismos en su territorio.

Vía AFP

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