OPINION

¡Liberad a la viuda de Willi!; habla la mujer que intentó subir a un avión con el cadáver de su marido disfrazado

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Posiblemente recuerden el caso de Gitta Jarant y su hija, las dos mujeres que fueron arrestadas el pasado abril en Reino Unido después de intentar embarcar al cabeza de familia muerto en un vuelo Liverpool-Berlín.

Lo hicieron presentando  al hombre como dormido, aparentemente para evitarse los 3.300 € que implica la repatriación de un cadáver.

El incidente se produjo en el aeropuerto John Lennon de la ciudad británica, después de que los chaquetas naranjas de EasyJet sospechase de la versión de las dos mujeres, de 44 y 66 años, que alegaban que el anciano Curt Willi Jarant de 91 años, al que llevaban en silla de ruedas y cubierto con unas gafas de sol, estaba dormido, algo que sí coló en el taxi que los transportó al aeropuerto.

Ahora la viuda, tras ser arrestada, afirma que sí pero no. Vamos, que en el taxi iba dormido de verdad pero que en el aeropuerto estaba muerto, también de verdad.

El pobre hombre, vivo y muerto

"No soy una contrabandista", afirma Jarant, de 66 años, que sostiene que su esposo aún estaba vivo cuando llegaron al aeropuerto de Liverpool. "Mi Willi murió en el aeropuerto. De pronto se veía tan inerte, como una figura de cera. Sus uñas se volvieron azules repentinamente", añadió.

Así que le pusieron unas gafas de sol y Willi (un ex-piloto jubilado) fue trasladado hasta la puerta de embarque en silla de ruedas, lugar donde el personal sospechó de la situación e impidió que embarcara en el avión.

La Policía detuvo a las dos mujeres y el juez les impuso una fianza a la espera de conocer los resultados de la autopsia, para confirmar que no tuvieron nada que ver en la muerte del anciano, que podría haber ocurrido unas 12 horas antes. Les esperan en los tribunales el próximo 1 de junio para el juicio.

"Lo único que quiero es que Willi sea incinerado y luego volar a nuestra casa, en Berlín, con sus cenizas", concluyo la mujer, después de entender que éste es el método más civilizado para que su marido haga el último viaje.

Vía "la Vida es un espejo"

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