La ley española que da permiso a las madres para ausentarse una hora diaria de su trabajo para dar pecho a su hijo lactante supone una «discriminación injustificada basada en el sexo», según el Tribunal Europeo de Justicia de Luxemburgo. En consecuencia, los padres también tendrán derecho a esa hora diaria y a abandonar el puesto de trabajo una hora antes durante los 9 primeros meses de vida del recién nacido, siempre que la madre tenga un empleo a tiempo completo.
La resolución del tribunal europeo ha sido posible por la demanda de un padre gallego, Pedro Manuel Roca Álvarez, que solicitó en su empresa el permiso de lactancia pero fue rechazado porque la madre trabajaba por cuenta propia. El tribunal concluye que este rechazo supone obligar a las madres auto-empleadas a limitar su trabajo al no poder compartir la carga de la cría con el padre.
La lactancia debe considerarse, según la sentencia, como «un tiempo dedicado enteramente al niño», para reconciliar la vida familiar y laboral tras la maternidad.
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