Mary Jackson (en la foto echándose un pitillo) es un chica de 33 años que ha perdido su casa, su trabajo y también lucha contra una profunda depresión desde que fue condenada por el ataque a la joven Sharon Purvis, de 22 años, después de arrastrarla por los pelos desde debajo de la cama que compartía con su por entonces novio, en su casa de Denny, cerca de la ciudad escocesa Falkirk.
La corte de esta ciudad escuchó para su veredicto la secuencia de los hechos, que comienzan un viernes del año pasado, cuando en la noche del incidente Mary estuvo tomando unos tragos con unos amigos y su novio, el Sr. Stafford, de 43 años. El hombre tuvo que ser llevado a casa porque estaba tan "borracho que no podía tenerse en pie", mientras que ella dijo que iba a casa de una amiga a dormir.
Sin embargo, Mary cambió de idea y volvió inesperadamente a la casa que compartía con el señor Stafford. Cuando ella entró en su dormitorio se encontró con la señorita Purvis desnuda en la cama, con su novio levantándose corriendo mientras se ponía la camiseta del revés.
La joven Sharon, sabedora de la natural furia de la mujer escocesa en estas circunstancias, se atrincheró rápidamente debajo de la cama. Según Mary, ella primero le dijo que "saliera de debajo de mi cama y de mi casa", pero que, como hizo caso omiso, metió la mano debajo y le agarró por el pelo para arrastrarla fuera de su escondite.
La mala suerte de la decoración inglesa hizo que, al estar la casa forrada de moqueta, el cuerpo no resbalara lo suficiente para propiciar una expulsión fluida, quedándose la buena (ahora mala) de Mary con un gran mechón de cabello rubio de la pizpireta Sharon, que trabajaba de camarera en un pub de la zona.
“Todo lo que hice fue sacarla de debajo de mi cama y me he quedado sin trabajo en un call center debido a esto, también me han echado de mi casa y estoy viviendo en un refugio para desamparados. Todo esto me ha dejado en un estado de depresión. Simplemente es injusto y no sé cómo es que alguna vez la demanda ha sido admitida trámite”.
Mary fue condenada por el asalto a pelo descubierto en septiembre de 2010, aunque su sentencia ha sido aplazada por su buen comportamiento.Tanto la señorita Purvis y como el Sr. Stafford negaron en el juicio que estuvieran durmiendo juntos.
Lo cuenta, con detalles, la mísmisima BBC.
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