Fíjense en las imágenes de arriba. Tal vez el parecido de las cimitarras cruzadas que dan acceso a Bagdag y las espadas de luz de Darth Vader sean pura coincidencia. O tal vez no. El "arqueólogo cultural" Michel Rakowitz es de la segunda opinión.
En 1989 el dictador iraquí inauguró el monumento "Las manos de la victoria" para conmemorar la, ejem, victoria en la guerra Irán-Iraq. En la ceremonia de inauguración, Saddam cruzó bajo el arco montado en un caballo blanco y afirmó: "La peor condición es pasar bajo la espada ajena o ser obligado a trasegar un camino para el no estás llamado". La frase da título a la exposición de Rakowitz en la Tate Modern de Londres, en la que se analizan las similitudes entre la estética del régimen baazista y el Imperio de la saga galáctica de Lucas.
El artista también traza una similitud entre la Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan, más conocida como "Guerra de las Galaxias", y el Proyecto Babylon del régimen de Saddam, el rayo espacial iraquí que nunca llegó a construirse. En aquella época, EEUU apoyaba a Iraq, el tapón secular contra el régimen de los ayatolas.
La muestra también exhibe los uniformes de Fedayeen Saddaam, la guardia privada del dictador. Tras hacerse cargo de ella, el primogénito de Saddam, Uday, decidió regalar a su padre algo memorable: el nuevo uniforme de la milicia, compuesto por una camisa negra, unos pantalones negros y un casco con máscara incorporada que recuerda con siniestra precisión la estética de Darth Vader.
Planteemos ahora la pregunta en otros términos: ¿se inspiraron Bush y Cheney en Darth Vader para construir el personaje de Saddam Hussein?, ¿es Tony Blair el C3Po de esta saga?
Visto en New Scientist.
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