Así lo ha manifestado durante su testifical en el juicio en el que ha negado que se pagaran sobornos a funcionarios a cambio de agilizar los trámites de licencia.
"A veces se adelantaban expedientes de tipología más sencilla, por encima de otros que necesitaban más trabajo. Pero hubo pocos casos", ha afirmado a preguntas del fiscal, a quien ha manifestado que nunca vio nada raro. Además, ha indicado que se podían agilizar asuntos de interés general como por temas de hospitales o escuelas.
Hace unas semanas, el exjefe del departamento de Evaluación Ambiental del Ayuntamiento de Madrid Joaquín Fernández Castro criticó que mientras el fiscal le acusaba de prevaricar el entonces director general de Calidad Ambiental "se va de rositas".
De Castro era el superior director de Victoriano Ceballos, supuesto cerebro de la trama y exresponsable del departamento de la División de Impacto Ambiental.
En su declaración, insistió en que el informe ambiental no era de su competencia, sino que estaba en el director general Ramón Sánchez López de Luzuriaga --De Obras y Vías Públicas--.
Cuando el fiscal le preguntó sobre otro expediente, Fernández de Castro le echó en cara que a él se le acuse de "prevaricador", mientras que el entonces director general de Calidad Manuel Tuero "está de rositas por ahí".
En instrucción, los directores generales manifestaron al juez Santiago Torres que recibían llamadas de concejales "interesándose" por expedientes concretos.
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