¿Convergència? Menos 'Unió' que nunca

    • Se rompe en Cataluña uno de los acuerdos más sólidos forjados en los años de la Transición, que integraba a dos fuerzas similares pero con una historia distinta.
    • Analizamos sus diferencias más sustanciales, que explican en parte las discrepancias que les han llevado a un divorcio en donde Unió tiene más que perder que Convergència.

El 27 de septiembre, por primera vez en casi cuatro décadas, Convergència Democràtica de Catalunya y Unió Democràtica de Catalunya no concurrirán juntos a las elecciones. La ruta soberanista les distanció primero para separarlos después.

¿Quién va a salir perdiendo por este divorcio? No cabe duda que ambas fuerzas catalanistas, pero a juzgar por lo que dicen las encuestas, los democristianos de Unió saldrán más perjudicados que los convergentes.

No son frecuentes las mediciones electorales de Unió y Convergència por separado, porque siempre han concurrido juntos a las elecciones. El año pasado, no obstante, un barómetro del Gabinet d'Estudis Socials y Opinió Pública para El Periódico de Catalunya revelaba una enorme distancia entre las intenciones de voto de CDC y UD.

Aquel estudio preveía entre 29 y 30 escaños a CiU, pero si los partidos se presentaran por separado, los de Más apenas notarían la separación, porque obtendrían entre 27 y 29 escaños, mientras que Unió obtendría unos 6 ó 7. O sea, las encuestas les dan mejores resultados separados que juntos.

No sería descabellado pues pensar que la separación incluso puede convenir al catalanismo, pues Unió puede captar votos de otros partidos del centro derecha como el PP y Convergència hacerlo de parte de los sectores más moderados de ERC o PSOE.

Por aquel entonces ya existían fuertes evidencias de las discusiones en el seno de CiU por la deriva independentista. La mayoría los catalanes (un 43%) creían que la ruptura se acabaría produciendo, como así ha sido. El 35% opinaba lo contrario. Pero también un 40% veía con buenos ojos la dimisión la salida de Josep Antoni Duran-Lleida de los cargos de responsabilidad en el seno de la coalición, cosa que sucedió en julio de 2014.¿En qué se diferencian realmente?

Ante los ojos de España, siempre han sido los "nacionalistas catalanes", pero CiU está formada por dos partidos con trayectorias históricas diferentes. ¿Estamos hablando de un partido, un movimiento o una "federació", como siempre han proclamado ellos? ¿Son socialdemócratas o democristianos? ¿Independentistas o confederalistas? ¿Confesionales o laicos? Todas estas palabras encuentran su lugar en una de las coaliciones políticas más estables de Europa, comparable al matrimonio CDU-CSU en Alemania. Pero, si son dos partidos distintos, ¿en qué se han diferenciado realmente? Hay cuatro aspectos esenciales:1. Unió siempre ha sido un partido; Convergencia, un movimiento

Unió Democrática de Catalunya nació como partido de ideología democristiana en 1931, a los pocos meses de haberse fundado la II República. Convergencia surgió bien avanzado el franquismo como un movimiento muy heterogéneo de personas que compartían un objetivo: reivindicar la identidad política y cultural de Cataluña. Ejerce una activa oposición antifranquista, pero no se formaliza como partido político hasta 1974, más de cuatro décadas después que su socio.

Ambas formaciones se presentaron por separado a las primeras elecciones al Congreso, aunque compartieron candidatura para el senado. Finalmente, en 1978 firmaron el acuerdo que da lugar a la coalición Convergència i Unió tal y como la conocíamos hasta hoy.2. En lo que a ideología se refiere, Convergencia es más flexible que Unió

Ninguno de los dos partidos presenta en su origen un discurso independentista. Unió tampoco lo acepta ahora, y de ahí las discrepancias que surgieron entre Durán y Mas. Pero Convergencia siempre ha sido muy sensible a lo que ha entendido como "centralidad catalana". En Convergencia existe un convencimiento total de que la sentencia del constitucional sobre el Estatuto de Cataluña movilizó a esta "centralidad catalana" hacia posiciones soberanistas. En Madrid se piensa lo contrario: es Convergencia quien ha está empujando a la sociedad hacia el independentismo. En cuestiones tan sensibles como la identidad, Convergencia sigue comportándose más como movimiento social que como partido político. No es el caso de Unió, que siempre se mostró incómodo con la deriva independentista de su socio de coalición, aunque algunos de sus miembros han sido más beligerantes en posiciones independentistas. Es el caso de Antoni Castellà, que calificó como "grave irresponsabilidad" la salida del Govern de los miembros de Unió decidida este miércoles por la direccion de su partido.3. La sombra del líder (Pujol) es alargada

Unió Democrática fue fundada por Manuel Carrasco Formiguera, un abogado español de ideología democristiana que fue fusilado durante la Guerra Civil por haber permanecido leal a la República. El partido le sobrevivió, aunque en estado prácticamente latente durante el franquismo. La proyección histórica de Carrasco apenas tuvo mayor recorrido. Con la Transición emergió la figura de Josep Antoni Duran-Lleida, pero nunca alcanzó la dimensión de Jordi Pujol, fundador de Convergencia Democrática. Éste último se posicionó como más destacado representante del nacionalismo catalán, y nunca hubo ningún intento serio por arrebatarle dicha posición. Pujol es el principal artífice del éxito del catalanismo a finales del siglo XX por su habilidad para aglutinar a distintas corrientes ideológicas del nacionalismo.4. El tamaño sí importa

Aunque no existen estadísticas oficiales, se sabe que la correlación entre simpatizantes, militantes y cargos políticos de la coalición es mayoritariamente favorable a Convergencia Democrática frente a Unió. A este hecho ha contribuido especialmente la heterogeneidad ideológica de Convergencia Democrática, en donde confluyeron socialdemócratas, liberales, socialcristianos, conservadores, etc, todos ellos unidos por un profundo sentimiento autonomista y por la defensa de las tradiciones catalanas. Unió ha sido un partido de corte más clásico, con un ideario definido y una militancia incluso más disciplinada que sus socios. Sus puertas no están tan abiertas como las de Convergencia Democrática. En Unió conviven catalanistas con una ideario bastante definido en el terreno social y económico. Unió vota en contra del aborto. Convergencia da libertad de voto a sus diputados. En Convergencia conviven liberales y socialdemócratas, cristianos y laicistas, que discrepan en cuestiones diversas. Pero sobre todo les une su idea sobre Cataluña.

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