ASTROFÍSICOS PIDEN MÁS MEDIOS PARA VIGILAR LOS MILES DE OBJETOS CELESTES QUE SE MUEVEN CERCA DE LA TIERRA

- En el Día Internacional del Asteroide. La comunidad científica y astrofísica celebra este viernes el primer Día Internacional del Asteroide, con el objetivo de reclamar más medios para la vigilancia de los miles de cuerpos celestes que orbitan en torno a la Tierra y la puesta en marcha de programas espaciales para evitar eventuales impactos.
Adoptada en 2016 por Naciones Unidas aunque instaurada en 2014, esta fecha recuerda la explosión de un asteroide en la zona de Tunguska, en Siberia (Rusia), el 30 de junio de 1908, que incendió y derribó árboles en un área de 2.150 kilómetros cuadrados, rompió ventanas e hizo caer a la gente al suelo a 400 kilómetros de distancia.
En declaraciones a Servimedia, el investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias del Espacio Josep Maria Trigo explicó que aunque la probabilidad de que se produzca un suceso de este tipo es muy remota, siempre existe una posibilidad, “aunque no nos enteremos”.
La estadística dice que un asteroide de pocos metros puede caer a la Tierra una vez cada cien años (cada 200 o 300 si se habla de cuerpos de mayor tamaño como el caído en Tunguska, de 80 metros de diámetro).
Del mismo modo, cada 100.000 años puede producirse el impacto de asteroides de cientos de metros, agregó Trigo, que provocarían una catástrofe regional.
Afortunadamente, “aún no conocemos el caso de impactos de asteroides mayores de un kilómetros de diámetro, que causarían un desastre global” similar al que acabó con los dinosaurios hace 65 millones de años, indicó. Sin embargo, “las estadísticas están para romperse” y “podría suceder”.
Por ello, lamentó la falta de medios para vigilar estos cuerpos y poner en marcha experimentos encaminados a su posible desvío. “Hasta la fecha, todos los expertos apuestan por que si se prevé que un asteroide u otro cuerpo celeste pueda colisionar en la Tierra, lo más adecuado sería desviarlo mediante el disparo de un proyectil que impactase en él y desviase su órbita”, añadió.
“Pues bien, esta tecnología no ha sido probada en ningún momento”, explicó, y el proyecto que se propuso para que la Agencia Espacial Europea realizase un primer test en este terreno “fue rechazado por la comisión intergubernamental y no se puso en práctica”.
Muchos astrónomos observan desde Tierra la evolución de estos astros, indicó Josep Maria Trigo, pero se necesitan observaciones desde el espacio “si queremos actuar a tiempo”.

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