Así será la ciudad del futuro

  • Metrópolis conectadas, barrios ecológicos, edificios autosuficientes, casas inteligentes. Más de 700 arquitectos provenientes de diferentes países del mundo reflexionan sobre cómo será la ciudad del futuro.
Ciudades del futuro
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lainformacion.com
Alessia Cisternino

El pasado otoño, el Advanced Architecture Contest, organizado una vez más por el Instituto de Arquitectura Avanzada de Catalunya con la colaboración de la empresa tecnológica HP, ha llegado a su tercera edición y ha movilizado las energías de más de 700 arquitectos provenientes de casi todos los países del mundo alrededor de la idea de la "ciudad autosuficiente".

Más que un concurso, una ocasión para reflexionar sobre las posibles evoluciones del microcosmo urbano a la luz de los cambios sociales, culturales y tecnológicos actualmente en curso y sobre todo una invitación muy atractiva que ha sido capaz de provocar una respuesta masiva a nivel mundial convirtiéndose en un "brain storming" planetario sobre la ciudad del futuro.

Ahora, todos estos proyectos – de los más de 700 participantes seleccionados, de los 107 finalistas y de los 2 ganadores – cada uno con su lógica, su estética, su racionalidad y su esfuerzo de imaginación están recogidos en el libro Self Sufficient City. Envisioning the habitat of the future publicado por la editorial Actar, que en su 416 páginas ofrece un recorrido sorprendente y, por que no, emocionante a través de las calles que todavía no existen de un nuevo modelo de ciudad.

Para los españoles Sergio Castillo Tello y María Hernández Enríquez, ganadores del concurso junto con los americanos Rychiee Espinosa y Seth McDowell, la clave de la ciudad del futuro es "participación". En su proyecto HURBS (Hybrid Human Urban Re-adaptive Bidirectionally-Relational System) la ciudad es el resultado de la participación de los ciudadanos – sobre todo gracias a la potenciación de herramientas ya existentes como la web – más que de la interacción de los intereses económicos o políticos, algo que convierte la ciudad en una sistema flexible y libre, donde los ciudadanos actúan como protagonistas de la escena o del escenario urbano en vez de sentirse prisioneros o incluso esclavos del mismo.

Por otro lado, Rychiee Espinosa y Seth McDowell ven en la trasformación del agua salada en energía el posible camino hacia la ciudad autosuficiente. Su proyecto Water Fuel está pensado para la metrópoli por excelencia, es decir, Nueva York cuya red de transporte dependería ya no del petróleo con todo lo que esto conlleva (¡y no sólo para Nueva York!) sino de su recurso más abundante: el mar. En la extremidad de la isla, Espinosa y McDowell colocan piscinas de agua salada que en un segundo momento procesos ya existentes como la electrolisis convertirían en un novedoso (y más limpio) carburante.

Destacables también los proyectos del ruso Victor Kirillow – que idea una ciudad que se desarrolla en vertical para dejar el mayor espacio posible a las zonas verdes; del vietnamita Do Trung Kien cuyos microcosmos urbanos flotan en el mar formando una única metrópoli y, finalmente, de los estadounidenses Jasón Butz, Frank D'Andrea, Carla Landa, Martha Skinner y de los mejicanos Adrian García y Douglas Rodríguez que con sus proyectos – respectivamente Reciprocity y Massive Urban Recycling – apuestan por el reciclaje y la reutilización de los desechos y de las estructuras urbanas obsoletas para construir una ciudad autosuficiente.

En el libro 'Self Sufficient City. Envisioning the habitat of the future', cada uno de estos proyectos ha sido además recogido en un categoría especifica – living landscapes, urban green, bio infrastructures, energy systems, parametric urbanism, social & collaborative, theories & strategies – y, sobre todo, detalladamente descrito, algo que convierte esta pequeña y manejable publicación en una especie de guía turística que nos permite andar por las calles de la ciudad el futuro sin el riesgo de perderse.

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