Baterías que crecen… a partir de virus

  •  Serán de gran capacidad y se podrán fabricar con cualquier forma y grosor deseable.
Una batería creada a partir de virus por Angela Belcher y su equipo
Una batería creada a partir de virus por Angela Belcher y su equipo
MIT
Lektu / Microsiervos

Angela Belcher, especialista en química de los materiales, del Instituto Tecnológico de Massachussets, está intentando hacer crecer baterías mediante la nanotecnología. A partir de virus.

Belcher siempre se ha sentido interesada por los materiales que crecen de modo natural en el mundo biológico. Las conchas, por ejemplo, la fascinan. Las de abulón, u oreja de mar, están formadas por carbonato cálcico; pero a la hora de fabricarlo, los abulones mezclan a escala molecular ese compuesto, poco resistente, con proteínas que le confieren una extraordinaria resistencia a la concha.

Ahora, Angela, en colaboración con un grupo de bioingenieros y expertos en materiales, intenta crear baterías que durarían semanas o meses y serían más delgadas que una tarjeta de crédito.

Para ello, se han basado en un versátil virus denominado bacteriófago M13, al cual se le han insertado genes que hacen que el virus se autoensamble en forma de minúsculos cables. Unos, de óxido de cobalto y oro, formarán el polo negativo; otros, de fosfato de hierro cubierto por nanotubos de carbono, el positivo.

Estos cables, de apenas unos nanómetros de diámetro, se pueden combinar para formar los electrodos de una batería de ion de litio, como las que se usan hoy en día; con la ventaja de que se les puede dar cualquier tamaño y grosor deseable. Las posibilidades son evidentes.

Por el momento, esta tecnología aún no ha salido del laboratorio y falta bastante tiempo para que se comercialice; pero tal vez dentro de unos años la veamos hacer su aparición en forma de tarjetas inteligentes, o como baterías de larga duración para teléfonos móviles y ordenadores portátiles.

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