La nueva diplomacia es vía Twitter

Bucear por las cuentas de Twitter que se han abierto los distintos jefes de Gobierno, ya sea a través del organismo al que representan o bajo su propio nombre, ofrece una reveladora perspectiva sobre las relaciones bilaterales entre los protagonistas políticos a nivel mundial.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el ruso, Dimitri Medvédev, dejaron a un lado el mítico teléfono rojo que conecta directamente la Casa Blanca y el Kremlin para potenciar, al menos de cara a la galería, una comunicación más acorde con la era de las nuevas tecnologías a través de Twitter.

Medvédev no tiene cuenta bajo su nombre y son sus colaboradores en el Kremlin los que le dan voz. Barack Obama, que sí dispone de una cuenta bajo su nombre desde que era candidato a presidente, emplea ahora en primer lugar la cuenta de la Casa Blanca (también con versión en castellano).

¿Se siguen unos a otros o es solo fachada?

El seguimiento real que se puedan hacer unos líderes políticos y otros a través de Twitter es dudoso. En la mayoría de los casos no controlan directamente sus cuentas o las de su Gobierno y las dejan en manos de algún responsable de prensa sin hablar en primera persona. Además, por ejemplo, Medvédev es seguidor de Jens Stoltenberg, el primer ministro noruego, que solo twittea en su idioma. Así solo quedan dos opciones: o no le sigue realmente y es solo de cara a la galería o emplean el twitter para enviarse mensajes directos privados.

"Francamente, no creo que los presidentes puedan mantener personalmente una cuenta de Twitter, aunque es positivo que sus equipos de comunicación lo hagan, mientras no intenten simular la identidad del mandatario", opina José Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra experto en comunicación e internet y autor de ecuaderno.com.

Sin embargo, el mero hecho de que los distintos jefes de Gobierno estén unidos a través de una red social y de cara al público muestra de por sí el interés de un país y otro de hacer buenas migas. En el caso de EEUU-Rusia, por ejemplo, es otro gesto más en la intención de dejar atrás las viejas rencillas de la Guerra Fría.

Desde la cuenta de la Casa Blanca, Barack Obama únicamente sigue a otro líder político más: David Cameron en el número 10 de Downing Street. Ambos líderes forman un triángulo de jefes de Gobierno twitteros con Medvédev.

Otro ejemplo más que muestra los límites de esta nueva diplomacia de redes es la cuenta del número 10 de Downing Street. Sigue a más de 470.000 personas (incluidos ciudadanos de a pie), lo que pone en duda si seguirá realmente a alguno de ellos o simplemente busca seguidores. Entre todas esas personas, también sigue, por ejemplo, a la candidata a la presidencia brasileña Dilma Roussef, pero en una cuenta errónea (no la oficial), en un claro ejemplo de su despego de Twitter como herramienta de verdadera comunicación, es decir: bidireccional.

En cualquier caso los estrechos lazos que unen a EEUU con Reino Unido no son ninguna sorpresa y el gesto de seguirse en Twitter no es más que un reflejo de ello. Sin embargo, sí resulta llamativo que la Casa Blanca/ Barack Obama no sea follower (seguidor) de Benjamin Netanyahu, un aliado histórico con el que se ha producido cierto distanciamiento desde que Obama emergiera como uno de los grandes defensores por la creación de un Estado palestino.

Precisamente Netanyahu es un líder que sí tiene una cuenta de Twitter bajo su propio nombre. Lanza mensajes en inglés y en hebreo, pero las únicas figuras políticas que está interesado en seguir son miembros de su propio Gobierno, como el ministro de Exteriores Avigdor Liebermann o el de Defensa, Ehud Barak.

"A través de a quién sigues se puede conocer cómo es una persona. Esto en la diplomacia y en la política internacional puede tener mayores consecuencias, aunque tengo la impresión de que a la hora de seguir a unas u otras personas [en Twitter] no se tiene en cuenta tanto las implicaciones políticas. En Twitter, no importa tanto quién eres, sino qué dices y qué compartes", opina el experto en comunicación política e internet y socio-director de MAS Consulting, Daniel Ureña.

Chávez, el rey de Twitter entre los presidentes

Si el interés del tándem anglosajón EEUU-Reino Unido se centra de momento en la cada vez más poderosa Rusia, en el mundo latinoamericano el presidente de Venezuela Hugo Chávez es quien lleva la batuta de Twitter entre los mandatarios.

Aunque son sus colaboradores más cercanos los que twittean los mensajes de su cuenta, aseguran que es él quien dicta los mensajes. Y desde luego su tono y estilo se conservan en su cuenta de Twitter como en ninguna de las cuentas de los jefes de Gobierno. Pocas dudas quedan sobre esto cuando se leen mensajes durante las recientes elecciones parlamentarias en su país en las que llamaba al voto con frases como "Faltan 20 minutos para el inicio del ataque! Vamos, con la fuerza de los siglos! A VOTAR!!".

"Twitter está haciendo por la diplomacia pública contemporánea lo que hizo la CNN en los ochenta: convertirse en el más rápido canal de distribución de información oficial. Acabamos de ver cómo la Presidencia de Ecuador anunció el estado de excepción vía Twitter", recuerda Orihuela."Los gobiernos están utilizando Twitter para hacerse más transparentes, más cercanos a los ciudadanos y sobre todo, para responder con mayor celeridad a los picos de demanda de información en situaciones de crisis".

Quizá en el caso de Chávez, éste también utilice el medio de los 140 caracteres para enviar mensajes directos (privados) a Cristina Fernández de Kirchner o Dilma Roussef, la candidata de Lula que está a un paso de ser la primera mujer presidenta de Brasil. Ellas son los únicos líderes políticos a los que sigue Chávez (además de la cuenta de "Reflexión de Fidel" que publica semanalmente Cuba Debate). En la primera vuelta de los comicios brasileños Chávez envió un mensaje en abierto a Roussef, apoyando su candidatura. Ya está comenzando a tejer su red diplomática con la sucesora del ya de por sí cercano Lula da Silva.

Bloque hispanoamericano de 'diplomacia twittera'

De momento, el presidente venezolano ha conseguido relacionarse con Fernández de Kirchner por Twitter. La presidenta argentina sigue, al igual que Chávez, solo a una veintena de personas. Entre ellas, además del presidente venezolano, también sigue al chileno Sebastián Piñera y al mexicano Felipe Calderón. Piñera corresponde el gesto de su homóloga argentina y también sigue a Calderón y a Chávez.

Felipe Calderón es otro de los peces gordos de Twitter en el bloque hispano. Sigue a Fernández de Kirchner y también a Hugo Chávez, a pesar de que éste no es seguidor suyo. ¿Será un intento de acercamiento a un político? Al menos parece servir para limar asperezas entre dos Gobiernos poco afines: cuando recientemente saltó la alarma en México por un alud que dejó sepultadas a varias personas, Chávez mandó un mensaje (en abierto) de solidaridad a la cuenta de Calderón y este le respondió a través del mismo medio, según reflejó Milenio.com.

Entre los presidentes de Hispanoamérica, la 'diplomacia twittera' no se extiende más allá de ese entorno. Ya sea por cuestión del idioma, por cercanía geográfica o por intereses políticos, los jefes de Gobierno de momento se mantienen divididos en dos bloques claramente separados.

Aún hay muchos jefes de Gobierno que no disponen de cuenta de Twitter: la canciller alemana Angela Merkel dijo en una reciente entrevista al diario Bild que "sinceramente, no tengo tiempo [para Twitter]", Silvio Berlusconi no se mueve en la Red, el presidente francés Nicolas Sarkozy podría aprovechar la cuenta del Elíseo pero no sigue a una sola persona y en España, Zapatero también ha relegado la cuenta de La Moncloa a un segundo plano.

Pero Ureña tiene claro que la evolución es imparable: "Twitter está siendo una herramienta de comunicación muy importante y la tendencia es que siga creciendo".