Científicos estadounidenses crean huesos a la carta con una impresora 3D

  • Esta nueva tecnología podía servir para fabricar tejido óseo a medida dentro de una década. La técnica consiste en generar prótesis personalizadas a base de materiales que se añaden al hueso natural dañado y actúan como un andamio sobre el que crecen células nuevas.
Roberto Arnaz

Además de figuritas con formas imposibles, el incipiente desarrollo de la impresión en tres dimensiones podría servir en un futuro próximo para minimizar los inconvenientes de una fractura o cualquier otro de lesión ósea: los científicos de la Universidad de Washington (EEUU) han conseguido crear huesos a medida con una impresora 3D.

Estas prótesis de diseño se adhieren al hueso natural dañado y actúan como un andamio sobre el que crecen nuevas células óseas. Una vez que la lesión ha quedado reparada, la sustancia exógena se disuelve "sin efectos negativos evidentes".

Esta novedosa técnica, en la que la profesora Susmita Bose y su equipo llevan trabajando más de cuatro años, podría estar a disposición de los médicos "en un periodo de entre 10 y 20 años", según asegura la responsable del proyecto.  

Bose ha conseguido elaborar un tejido óseo similar al humano compuesto de polvo de cerámica elaborado a base de fosfato de calcio, silicio y óxido de zinc. A este material se le da forma con una impresora ProMetal 3D, empleada originalmente para fabricar moldes tridimensionales de metal, con la que se pueden crear huesos a medida para los distintos pacientes.

El proceso de fabricación es relativamente sencillo. Se toman medidas, se dibuja en el ordenador la pieza y se pasa al proceso de impresión. Con ácido en lugar de tinta, la ProMetal 3D hace reaccionar el tejido óseo creado en laboratorio para ir calcando el hueso a reconstruir en centenares de capas superpuestas, cada una de ellas más fina que in cabello humano.

Una vez completada la impresión, la prótesis se seca y se limpia, antes de hornearla durante dos horas a 1250 grados centígrados.

Las primeras pruebas han puesto de manifiesto que esta revolucionaria técnica es especialmente adecuada "para aplicaciones dentales y ortopédicas". Los ensayos realizados hasta el momento con ratas y conejos vivos han ofrecido un resultado sorprendente: las células óseas nuevas comenzaron a crecer sólo una semana después de la implantación de la prótesis.

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