El análisis ha destacado la importancia de tener en cuenta el contexto y los requerimientos específicos de cada problema de conservación, recogiendo algunas cuestiones a valorar para favorecer la fluidez de la comunicación entre ciencia y gestión como la situación actual del gestor, los objetivos y el papel clave de los modelos de distribución de especies, según ha informado el CTFC este miércoles en un comunicado.
En este sentido, uno de los responsables del trabajo, Dani Villero, ha indicado que "son una buena herramienta para los gestores a la hora de tomar decisiones sobre políticas y prácticas de conservación", permitiendo explorar con precisión las hipótesis y el potencial de evaluar soluciones en sistemas complejos.
Uno de los casos que trata el estudio --publicado en la revista 'Biodiversity and Conservation'-- es la elaboración de cartografía para analizar el riesgo de ataques a rebaños domésticos por parte del oso pardo, en un mapa de riesgo en un trabajo conjunto entre investigadores y gestores para la reintroducción de este animal.
Además, también recoge otros ejemplos como, entre otros, la conectividad entre poblaciones de la tortuga mediterránea en el Parque de la Albera (Girona).
Los casos de estudio están enmarcados dentro de un proyecto de conservación llevado a cabo entre científicos catalanes y la Conselleria de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat.
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