Cuidado: los electrodomésticos se vuelven inteligentes

  • Tras una larga guerra, en el año 2029, las máquinas, gobernadas por la red de superordenadores militares Skynet, han conseguido devastar la Tierra y esclavizar a los hombres. No queda esperanza y el fin del ser humano está cerca. Pero tranquilos, este argumento, ideado por James Cameron para la película Terminator en 1984, está aún lejos de convertirse en realidad, o quizá no tanto. Tras los aviones no tripulados, los misiles nucleares y todo tipo de armamento controlado por ordenador, ahora la inteligencia artificial se cuelan hasta en nuestra propia casa.
CES
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Roberto Arnaz
Roberto Arnaz

Desde que 1872 Samuel Butler escribiese los capítulos de 'El libro de las máquinas' dentro de la novela 'Erewhon', el ser humano ha fantaseado con la posibilidad de que la tecnología se revelase contra sus creadores, un miedo que Isaac Asimov llamó complejo de Frankenstein. Pues bien, a juzgar por lo visto en el Consumer Electronic Show (CES) 2011, la fantasía podría no tardar mucho en convertirse en pesadilla. En los próximos meses llegarán al mercado lavadoras capaces de twittear que ya han terminado la colada, frigoríficos que envían mensajes de texto al móvil con la lista de la compra o microondas que se descargan recetas de internet. La compañía surcoreana LG ha aprovechado el CES de Las Vegas para presentar THINQ, su nueva línea de electrodomésticos inteligentes.

Esta revolucionaria tecnología permite a los usuarios comunicarse con sus dispositivos y que estos se ajusten a las preferencias personales de su dueño. Además, ofrece la posibilidad de controlar y monitorear a distancia todo lo que sucede en nuestra casa a través de un smartphone o una tablet. "Para LG, 2011 será de productos inteligentes, incluyendo televisiones inteligentes, teléfonos inteligentes y aplicaciones inteligentes", anticipó el Dr. Skott Ahn, Presidente Mundial de Tecnología de LG Electronics, durante la presentación de su novedosa gama de productos.

Pero THINQ va más allá. Imagínese que está tranquilamente disfrutando de un apasionante partido de fútbol y el horno le manda un SMS informándole de que la pizza está a punto. En ese momento, usted tiene dos opciones, o deja de ver el partido o llama a su electrodoméstico y le pide que baje la temperatura al mínimo para que la cena se conserve caliente hasta el descanso.

Todo para humanos, pero sin humanos

Dentro de la cocina que Ahn y LG han diseñado también hay un frigorífico inteligente "capaz de comunicarse con usted mientras está en el supermercado para mandarle una lista de los productos que se están acabando, además de avisarle de qué alimentos están a punto de caducar". El microondas de la casa del futuro tampoco será el último de la clase: descargará recetas de internet y cocinará según ellas los alimentos sin que la intervención humana pueda estropearlo con sus manazas.

De más de un embrollo le puede sacar también su lavadora. Según el gigante asiático de la electrónica de consumo, dentro de no mucho estos dispositivos serán capaces de seleccionar de manera automática el tiempo de lavado más efectivo en cuánto a costo y tiempo. Aunque aún más útil será que la propia lavadora pueda mandar un autodiagnóstico detallado de problemas de funcionamiento directamente al servicio técnico, evitando las visitas en casa a horas intempestivas y precios astronómicos.

Sin embargo, lo más sorprendente de lo mostrado por LG en el CES es la aspiradora robot HOM-BOT, que no solo aspira sino además puede vigilar la casa mientras los dueños están fuera. "Nos encanta ser parte del futuro", asegura Patrick Steinkuhl, jefe de producto de THINQ, quien de ninguna manera tema que el futuro depare un escenario apocalíptico dominado por las máquinas al estilo de las sagas cinematográficas Matrix o Terminator. "Confiar cada uno de los aspectos de nuestras vidas a un ordenador es la cosa más inteligente que hemos hecho nunca", asegura este directivo, al que parece que aún no le han contado los repentinos errores de programación que han sufrido últimamente algunos de los juguetes de combate más inteligentes del gobierno estadounidense.

El pasado mes de agosto, en medio de una prueba de vuelo un helicóptero robótico MQ-8 armado hasta los dientes perdió contacto con los operadores en la base naval de Patuxent River en Maryland y se coló en el espacio aéreo de Washington DC. La aeronave inteligente tuvo que ser destruida, al igual que le sucedió un año antes a otro vehículo no tripulado que debió ser abatido por aviones pilotados por humanos en Afganistán después de saltarse los protocolos de seguridad. En ambos casos la respuesta dada por el alto mando estadounidenses fue la misma: "el error se debió a una anomalía del software". Claro, así comienza todo.

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