La contaminación radiactiva procedente de la central nuclear de Fukushima tras el terremoto de Japón en 2011 no se extendió tan rápidamente como se preveía. Investigadores del CSIC han presentado este miércoles los primeros resultados del análisis de las más de 2.000 muestras recogidas tomadas durante la Expedición Malaspina, un proyecto que dio la vuelta al planeta para evaluar el impacto del cambio global en el océano y estudiar su biodiversida
A su paso por el Pacífico, entre Auckland (en la costa de Nueva Zelanda) y Honolulú (Hawái), la expedición recogió muestras de partículas atmosféricas, agua y plancton para evaluar la posible radiactividad procedente de la central nuclear de Fukushima (Japón).
"Estas muestras han sido analizadas y están a punto de ser publicadas", asegura Carlos Duarte, investigador del CSIC y coordinador de la expedición. "Tomamos un transepto por el centro del Pacífico un mes después del accidente", agrega, "y los valores que hemos encontrado son los que se consideran de background (fondo), es decir, que no había habido una contaminación del Pacífico central". En opinión del científico, los resultados son positivos ya que "la contaminación no se extendió tan rápidamente como se podía pensar".
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