La inesperada resurrección del Commodore 64

  • Una compañía norteamericana planea relanzar el viejo "ordenador familiar" en un formato físico similar al original pero adaptado a los tiempos modernos.
Commodore Phoenix
Commodore Phoenix
Alvy / Microsiervos

Quienes visiten Commodore USA pueden sufrir un ligero ataque de nostalgia al ver la versión moderna del Commodore 64, uno de los legendarios microordenadores u "ordenadores familiares" que popularizaron la informática en la década de los 80. Se vendieron cerca de 17 millones de unidades de aquel pequeño ordenador, que para su época era de los más avanzados: incorporaba 64 KB de RAM, una conexión para televisión en color e incluso se le podían añadir unidades de discos flexibles de 3,5″.

El nuevo modelo de Commodore se llama –apropiadamente–Phoenix y es una recreación del clásico aunque con aspecto metálico. Las especificaciones han sido actualizadas para ser más propias del siglo XXI: un disco duro de 500 GB, 4 GB de memoria RAM, una salida para monitor DVI, DVD y conexión Ethernet Gigabit, además de un visible trackpad en la parte baja del teclado. Aparte de esto también incorpora entradas USB y para tarjetas de memoria de diversos tipos, como las de las cámaras fotográficas. Su tamaño es muy similar al original, con unos 44 cm de ancho, y todo el ordenador está construido a modo de portátil dentro del cuerpo del "teclado". Al ser un PC genérico puede correr cualquier sistema operativo, de modo que los usuarios tienen opciones para instalar Windows, Mac OS X o Linux, a su elección.

El modelo "pelado" más barato del Commodore Phoenix se pondrá a la venta en junio por unos 475 dólares (350 euros) y el más potente en cuanto a procesador y opciones tiene un precio de 1.295 dólares (960 euros). Con este lanzamiento Commodore vuelve a surgir de las cenizas tras décadas de éxitos, fracasos y transiciones corporativas que le llevaron a vender la empresa, la marca y los derechos de sus productos repetidas veces sin que nunca quedara claro cual iba a ser su futuro ni si alguna vez renacería. Al menos ahora sus fans tendrán nuevos productos a los que echarles mano.

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