La producción de alimentos puede descender, según científico de la FAO

  • La producción mundial de alimentos, que en las últimas décadas ha experimentado un crecimiento paulatino, podría llegar a su pico más alto en los próximos años y comenzar a bajar por deterioro de los recursos naturales y de la diversidad genética, según ha advertido hoy el científico de la FAO Paolo Groppo.

Gijón, 20 sep.- La producción mundial de alimentos, que en las últimas décadas ha experimentado un crecimiento paulatino, podría llegar a su pico más alto en los próximos años y comenzar a bajar por deterioro de los recursos naturales y de la diversidad genética, según ha advertido hoy el científico de la FAO Paolo Groppo.

La producción agraria vinculada a los alimentos "está a punto de llegar a su cénit" y el aumento que venía experimentando está comenzando a frenarse, ha dicho, el especialista de la División de Tierras y Agua del organismo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura.

En declaraciones a la agencia EFE formuladas hoy en el Congreso Mundial de Bioética que se celebra en Gijón, Groppo ha dicho que las causas del posible descenso son fundamentalmente el agotamiento de las tierras más productivas que van camino de convertirse en un recurso escaso, y los problemas genéticos que planea el actual sistema de explotación del campo.

El científico ha dicho que la cantidad de hectáreas de suelo de "clase A", las de mayor capacidad productiva, "está limitada y cada vez es menor", por la expansión de las zonas urbanas, y su calidad "disminuye" por la súper-explotación y el uso de productos químicos y de semillas adulteradas por procedimientos genéticos.

La FAO está modificando su concepción tradicional sobre la producción primaria, basada en dar prioridad a la tecnología, y se orienta hacia una perspectiva distinta, que coloca al campesino y al medio ambiente "en el centro del debate", ha afirmado.

Groppo se ha manifestado a favor de extender a la mayor parte del mundo el programa SIPAN, Sistema Imaginativo de Patrimonio Agrícola Mundial, que desde hace unos años se está desarrollando en algunos países de África, Asia e Iberoamérica, sobre comunidades rurales.

Según ha explicado, el proyecto parte de la base de ver la producción rural desde una perspectiva no puramente economicista, sino como un patrimonio más vinculado a la cultura.

Como ejemplo ha puesto que en el altiplano andino, en Perú y en Bolivia existen unas 3.000 variedades de patatas distintas, cuya diversidad sólo está preservada por la tradición de las pequeñas comunidades indígenas y que no es valorada en el mercado.

Las denominaciones de origen y una gastronomía que le dé a esos productos ecológicos un valor agregado puede contribuir a mejorar los precios en el mercado y consecuentemente mejorar la vida de las familias que los cultivan.

Grappo también ha defendido la restitución de las tierras a las comunidades indígenas como algo que puede contribuir a mejorar el patrimonio cultural y medioambiental en zonas económicamente deterioradas.

El 70 por ciento del hambre mundial se concentra en las zonas rurales, lo cual es paradójico porque se produce precisamente en donde existen los recursos básicos para la producción de alimentos.

Grappo ha indicado además que de las 12.000 variedades de plantas comestibles, la humanidad sólo produce 12, porque no considera rentable invertir en investigación y desarrollo en el resto.

El "inmenso" patrimonio de estas 12.000 variedades de vegetales en cuanto a diversidad genética "se está perdiendo" y con él también las posibilidades que tiene como recurso para combatir el hambre, ha asegurado.EFE

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