Los perros también socializan con los robots

Sabemos que los seres humanos podemos empatizar hasta con el palo de una escoba (ver PDF) si se mueve de una forma que nos parezca inteligente. Pero, ¿qué sucede con los perros? ¿Qué posible relación tendría una mascota con nuestro robot en un futuro no tan lejano? Para averiguarlo, el equipo de Gabriella Lakatos realizó una serie de pruebas en las que empleó 41 perros y un modelo robótico llamado Peoplebot. El trabajo, publicado en Animal Cognition, demuestra que los perros tienen cierta capacidad de interactuar con un robot, especialmente si este muestra previamente actitudes sociales.

La primera condición era que el robot no se pareciera en casi nada a un ser humano, de modo que el perro no tuviera posibilidad de equivocarse. Por ello, se eligió el modelo Peoplebot que consiste en una estructura metálica con una pantalla y dos brazos. El robot se programó para actuar de dos maneras: una más social y humana (en la que llamaba al robot por su nombre) y una segunda más mecánica en la que solo emitía una especie de silbidos previamente grabados.

Al comenzar cada experimento el dueño del perro interaccionaba con el robot. En el caso del robot más social, hablaba con él, mientras que en el robot-máquina introducía la conversación con un teclado. A continuación llegaba la fase clave de la prueba. Delante de dos recipientes, el robot señalaba con el dedo al que contenía comida y llamaba al perro. El robot social le llamaba por su nombre y el robot-máquina con silbidos. Aquí puedes ver cómo se desarrolaban las pruebas:

Lo que han visto los científicos es que cuando el robot parece más social, el perro interactúa mejor. En ninguno de los caso interaccionaba tan fluidamente como con un ser humano, pero en el caso del robot social los animales solían dirigirse directamente a la comida y permanecían más rato junto al prototipo, curioseando. Los investigadores creen que este tipo de pruebas con mascotas pueden ofrecer una información muy útil para diseñar y construir robots sociales.

Referencia: Sensing sociality in dogs: what may make an interactive robot social? (Animal Cognition)

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