El prototipo de alerta en desarrollo utiliza 18 pequeños motores, como los utilizados para la vibración de los teléfonos móviles, distribuidos por el respaldo del asiento del vehículo.
El sistema está destinado a avisar al conductor de la posición y cercanía de otros vehículos, especialmente aquellos situados en los ángulos muertos, las zonas cercanas al perímetro del coche que quedan fuera del alcance de los retrovisores.
Actualmente ya existen este tipo de alertas, normalmente en forma de señal visual en el retrovisor o en el salpicadero. Pero los investigadores de Yale consideran que la cada vez más numerosa cantidad de indicadores de este tipo resulta en una pérdida de su eficacia.
Por ello los pequeños vibradores utilizan el tacto como forma para notificar al conductor; y lo hacen además de la forma más natural posible para reducir la atención que el conductor debe prestar de forma consciente.
Por un lado, qué vibradores actúan depende de dónde esté situado el vehículo va detrás. Si viene por la derecha vibran los servos de la derecha; si está situado por la izquierda, vibran los de la izquierda. Lo mismo si está en el centro; la intensidad de la vibración depende de la distancia a la que esté situado el otro vehículo. Cuanto más cerca mayor es el riesgo y, por tanto, más intensa es la vibración.
Según los ingenieros que desarrollan el sistema, los distintos estudios y pruebas que han realizado les ha permitido determinar que de esta forma la conducción es más relajada y natural que cuando se conduce utilizando sólo los retrovisores.
(Vía IEEE Spectrum.)
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