Starship Technologies, una empresa emplazada en Silicon Valley, Estados Unidos (esa cantera inagotable de talentos y factorías de productos de vanguardia) ha revolucionado el mercado con un invento del que todos hablarán en los próximos meses.
Se trata de robots, y esto no resultaría a esta altura original, si no se tuviera en cuenta que son dispositivos creados para llevar comida a domicilio. Los robots funcionan de manera autónoma, y ya están en pruebas en lugares como Londres, Düsseldorf y Berna.
En el vídeo distribuido por la empresa fabricante, sus artífices sostienen que "los robots alcanzan el 90 por ciento de conducción autónoma, navegan con éxito la acera, evitan los obstáculos y los peatones".
Durante las experiencias piloto, Starship ha decidido que los robots trasladen alimentos y paquetes en un radio máximo de 1,5 kilómetros.
Para su funcionamiento requieren de personal especializado que los monitorea desde los centros de control. Entre las ventajas, quienes comenzarán a comercializar los robots en breve destacan que el sistema permitirá envíos más cómodos, eficientes, dinámicos y ecológicos.
"Al poner a prueba estos robots, tenemos la oportunidad de aumentar nuestro nivel de servicio y hacer una entrega de paquetes aún más fácil y cómoda de lo que es hoy ", ha asegurado Frank Rausch, director general de Hermes Alemania, una de las empresas interesadas en adquirir estos robots.
De todas formas, la iniciativa va más mucho más allá de la entrega y el traslado de alimentos. En la empresa que desarrolla este producto (creada por dos de los cofundadores de Skype) consideran que el futuro real de entrega de la carga pequeña de todo tipo de mercancías se encuentra en estos robots autónomos.
Los robots que trasladan alimentos son dispositivos con seis ruedas. Una de sus grandes ventajas para los clientes es que ofrecerán un servicio mucho más económico que el tradicional de envíos.
Será de entre cinco y quince veces más barato que los servicios de entrega humanos. Cuando un servicio de entrega estándar oscila entre los 5 y 15 dólares en Estados Unidos, Starship piensa que puede reducir ese costo a 1 dólar por viaje.
Cada año, según cifras de Starship, los estadounidenses y europeos reciben unos 20 mil millones de entregas de comida en sus domicilios y trabajos. Por otra parte, realizan unos 130 millones de desplazamientos para recoger comestibles u otros artículos pequeños en tiendas, bares y restaurantes.
En un futuro inminente los usuarios podrán realizar sus peticiones desde las aplicaciones informáticas o móviles y después elegir un plazo y tiempo de entrega. El robot conectado a Internet puede trasladar hasta dos bolsas de comestibles.
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