Uno de los problemas a los que se enfrentan los centros de movilidad y gestión de tráfico en ciudades y carreteras es la limitada información que reciben. Estos puestos de control, generalmente centralizados, cuentan con las imágenes de cámaras de televisión que pueden verse afectadas por la iluminación ambiente, los fenómenos atmosféricos o incluso el humo de un accidente. Otra complicación es instalar esos sistemas en los lugares adecuados: sitios como los túneles requieren de una gran cantidad de cámaras para poder cubrirlos visualmente en su totalidad.
Ahora investigadores del Grupo de Robótica Visión y Control de la Universidad de Sevilla están ahora trabajando junto con ingenieros de la Universidad de Málaga en un nuevo concepto. La idea es combinar la información procedente de cámaras de tráfico con otro tipo de sensores, tales como los de presencia y movimiento.
Las cámaras que están empleando para los experimentos funcionan en diversas bandas del espectro visible. Esto quiere decir que además de la imagen normal pueden captar sin problemas imágenes nocturnas o en condiciones de niebla, por ejemplo. La información que envían las cámaras se procesa mediante sistemas de visión artificial capaces de detectar de forma inteligente situaciones tales como que un coche se ha detenido en el arcén, patrones de una "conducción temeraria", un atasco o un obstáculo en la vía.
El otro área que están investigando es una serie de redes de sensores distribuidos que complementarían a las cámaras. Entre estos sensores hay detectores de luminosidad, de rango y de presencia, así como otros que permiten detectar colores y movimientos. Suelen ser de bajo coste y consumir poca energía, y la idea es que se interconecten unos con otros en una red inalámbrica. Pueden ser útiles en zonas de mala visibilidad o donde sea excesivamente caro cubrir todo un recorrido con cámaras. De esta forma, podrían por ejemplo "seguir" a un coche una vez que han detectado que ha pasado por un lugar concreto: la información se iría transmitiendo de sensor en sensor, dado que actúan inteligentemente suponiendo que si un objeto ha pasado por un punto dado a cierta velocidad, la siguiente vez que se detecte será el mismo objeto.
Combinando la información de los sensores con la de las cámaras de tráfico los expertos pueden crear modelos sobre los que estudiar el tráfico en base a muchos más parámetros. Según las condiciones atmosféricas, por ejemplo, se puede dar más valor o prioridad a cierto tipo de información que a otro; por ejemplo a un detector de movimiento que a una cámara cegada por el sol o la niebla. Es así como esperan que los centros de control mejoren la información con la que luego realizan las acciones oportunas para mejorar la movilidad en las ciudades y gestionar el tráfico en carretera.
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