Barcelona, 17 may.- Unos 8 millones de españoles, en su mayoría ancianos, tienen hiporéxia, falta de apetito, y una reducción de la ingesta alimentaria que les puede conducir a la desnutrición, debido a la soledad, el aislamiento social o la falta de recursos.
Según la doctora Rosa Burgos, Coordinadora de la Unidad de Soporte Nutricional del Holpital Vall d'Hebron en Barcelona, esta patología es un trastorno asociado a enfermedades tanto crónicas como agudas, y en su causa intervienen todo tipo de factores proinflamatorios, hormonales y nutricionales.
Para esta experta, que ha presentado los datos en el 55 Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición de Granada, la falta de apetito es un importante problema sanitario que agrava las dificultades de numerosas enfermedades e incrementa las complicaciones infecciosas de las personas mayores.
La doctora Burgos ha destacado que también aumenta las estancias hospitalarias, la cifra de reingresos hospitalarios y la necesidad de recursos asistenciales en centros de convalecencia.
Tras remarcar que la hiporexia puede aparecer a cualquier edad, ha explicado que el colectivo que se encuentra especialmente afectado por este grave problema es la población geriátrica, y que está muy ligada a la sarcopenia, (pérdida degenerativa de masa muscular) y a la osteoporosis, lo que incrementa de manera crucial el riesgo de discapacidad.
La hiporexia conlleva, además, según esta experta, una menor capacidad inmunológica, porque el perfil del paciente con esta patología suele ser una persona que ya padece algún tipo de enfermedad.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios