Todo amante de la tecnología habrá aprovechado si duda los minutos, o tal vez horas muertas, desperdiciados en la búsqueda de aparcamiento en la ciudad para soñar con la tecnología que permitiera encontrar una plaza libre, algo basado tal en la colaboración de la gente, como ha hecho Google o en GPS, imágenes en tiempo real obtenidas desde globos o satélites…En esta ocasión han sido investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona los que han creado un sistema de alta precisión denominado XALOC, que emplea unos pequeños sensores inalámbricos situados en cada plaza de aparcamiento (justo en el centro de las "plazas azules" dibujadas en el suelo) para ofrecer desde un punto central la información a todos los conductores.
XALOC recopila toda la información del estado de las plazas de aparcamiento de la ciudad a través de un vasto despliegue de sensores; esos datos llegan a un servidor central, que la envía en tiempo real a paneles informativos situados en las calles, similares a los de los aparcamientos públicos. Una versión más avanzada de la idea emplea un sistema de navegación especial llamado ARID Navigator, instalado en los coches, para comunicarse directamente con la red de sensores urbanos. En base a la información recibida de los sensores ARID Navigator puede indicar al conductor hacia dónde dirigirse para encontrar una plaza libre.
En la búsqueda del "Santo Grial" del aparcamiento ciudadano se están empleando otras tecnologías también, como el GPS, pero XALOC tiene la ventaja de ser más precisa en los entornos urbanos, además de que también podría funcionar en lugares donde no hay buena cobertura de GPS por cualquier razón. No hace falta dejar volar demasiado la imaginación para ver un sistema de este tipo integrado con algún otro tipo de navegador que el conductor pueda llevar en su coche, al estilo de Google Maps, donde mediante una conexión 3G podría superponer una capa de información con las plazas libres a los mapas callejeros. En algunos países incluso existe la posibilidad de reservar las plazas (de momento sólo en edificios de aparcamiento públicos) pagándolas por adelantado desde el momento de la reserva, de modo que el conductor llegue "a tiro hecho" prácticamente desde casa.
El objetivo de este tipo de servicios futuristas –que probablemente tarden años en popularizarse–es doble: además de ofrecer algo que estaría en la lista lo más deseado por los conductores también sirve para descongestionar la ciudad evitando que una gran parte de los coches circulen sin rumbo dando vueltas buscando un lugar en el que aparcar. Y de paso, se disminuyen las emisiones contaminantes que afectan a todos los ciudadanos.
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