Un Festival de Cannes lleno de vampiros y caníbales

El rojo es la tendencia este año en el Festival de Cannes y no sólo en la escalinata del Palacio de Festivales. Varias películas de vampiros y caníbales traen sangre nueva a un género que remonta a los orígenes del cine.

Los organizadores de la cita mundial del séptimo arte lo anticiparon desde el anuncio de la selección oficial: los bebedores de sangre y los antropófagos estarían en el menú de esta 69º edición del festival.

Y, efectivamente, son los protagonistas de media docena de largometrajes, repartidos en diferentes secciones, como "Neon Demon", del danés Nicolas Winding Refn (en competición por la Palma de Oro), "Transfiguration" del estadounidense Michael O'Shea (en la sección oficial Una cierta mirada) o "Grave" de la francesa Julia Ducournau (en la sección paralela Semana de la crítica).

"Cannes parece interesarse en los últimos años en el cine de terror, sin duda porque este género atrae a directores de prestigio, como Jim Jarmusch", dijo a la AFP Jean Marigny, autor del libro "Vampires: de la légende au mythe moderne" (Vampiros: de la leyenda al mito moderno, ndlr).

Jarmusch, que compite este año con "Paterson", estuvo hace tres años en Cannes con "Only Lovers Left Alive" ("Sólo los amantes sobreviven"), un filme sobre vampiros con un ambiente sonoro y visual sofiscticado.

Las películas de vampiros y caníbales, que aparecieron alrededor de los años 1920, no corrieron todos con la misma suerte.

Algunas marcaron la historia del cine, como "Nosferatu" de Murnau en 1922, "Drácula", interpretado por Christopher Lee en los años 1950, "La danza de los vampiros" de Roman Polanski en 1967, "Drácula" de F. F. Coppola (1992) o "Entrevista con el vampiro" de Neil Jordan (1994).

"Es un cine que durante mucho tiempo fue considerado como de baja categoría, con medios limitados y actores poco conocidos", matiza Jean Marigny.

"La filmografía sobre vampiros es la más completa. El canibalismo tuvo su apogeo en Italia en los años 70 y 80 con películas a menudo de mala calidad", agrega.

Este género pasó una nueva etapa en los años 2000 con "Crepúsculo", una saga fantástica inspirada en los libros de Stephenie Meyer, que sedujo a un público adolescente.

"En 'Crepúsculo' se humaniza al vampiro, lo retratan como a un personaje romántico para conquistar al público más joven, pierde su lado cruel", subraya Estelle Valls de Gomis, autora de "Vampire: enquête autour d'un myhe" (Vampiro: una investigación alrededor del mito).

"Transfiguration" de Michael O'Shea trae a Cannes vampiros realistas y contemporáneos. Su personaje principal es un joven negro huérfano que vive su apetito por la sangre como una enfermedad.

El festival de incisivos continuará esta semana con el muy esperado "Neon Demon" de Nicolas Winding Refn, que será presentado el viernes en competición por la Palma de Oro.

Luego de "Sólo Dios perdona" en Cannes en 2013, el danés propone una historia sangrienta sobre top-models, donde la heroína (Elle Fanning) descubre el placer que procura la carne, en todos los sentidos de la palabra.

La hemoglobina es también el tema central de "Grave", que sigue la metamorfosis de una vegetariana que va a experimentar pulsiones canibalísticas, sin olvidar "Ma Loute" de Bruno Dumont, sobre una familia de pescadores que come carne humana.

"La transgresión me interesa, ya sea la ambigüedad sexual, el canibalismo, la consanguinidad", explicó el director francés, en liza por la Palma de Oro, en una entrevista.

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