Pi ingresa en el club de los robinsones del cine

  • • La película 'La vida de Pi' se suma al subgénero de películas que siguen las aventuras de supervivientes de catástrofes marítimas y aéreas.

    • `Náufrago´, `El lago azul´ o `Barridos por la marea´ también forman parte del grupo de películas sobre naufragios.

Clip exclusivo: De viaje con un temible tigre de Bengala en 'La vida de Pi'
Clip exclusivo: De viaje con un temible tigre de Bengala en 'La vida de Pi'
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Julio Vallejo | aviondepapel.tv

El joven protagonista de La vida de Pi es el último miembro del club de los robinsones cinematográficos. El adolescente de la película de Ang Lee (Brokeback Mountain;Tigre y dragón)cumple todos los requisitos. Es superviviente de una catástrofe marítima y pasa calamidades durante su periplo como náufrago.

El director taiwanés le añade, eso sí, un fascinante y colorista envoltorio visual que capta la sensibilidad del libro de Yann Martel en el que se inspira. Quizá la gran aportación al subgénero de personajes barridos por la marea se encuentre, sin embargo, en el tono metafórico del filme, donde los animales que acompañan al personaje en su calamitosa experiencia son algo más de lo que parecen a simple vista.

A pesar del previsible éxito de La vida de Pi, es poco probable que el protagonista del largometraje le arrebate el pódium del más famoso náufrago del cine y la literatura a Robinson Crusoe. La creación de Daniel Defoe ha sido llevada en más de una treintena de ocasiones a la pequeña y gran pantalla.

Las peripecias de este hombre blanco que sobrevive en una isla junto a su esclavo Viernes llamaron la atención de un cineasta como Luis Buñuel, que adaptó el libro en una particular coproducción entre Estados Unidos y México, o del actor Pierce Brosnan, que se encargó de encarnar al personaje en una versión estrenada en 1997.

Sin embargo, en los últimos años, la popularidad del personaje se ha visto algo ensombrecida por otros supervivientes del cine y la televisión. Tom Hanks dejó huella entre los espectadores de medio mundo cuando encarnó con sensibilidad y humor al protagonista de Náufrago.Las charlas de este superviviente de un accidente de avión con un balón (Wilson) han dejado huella en la memoria cinéfila.

Todavía más perdurable resulta el impacto de los protagonistas de la serie de televisión Perdidos (Lost). Durante seis temporadas, los espectadores se comieron literalmente las uñas con las aventuras de estos náufragos de un accidente aéreo en una isla que guarda numerosas sorpresas.

Sin llegar a la fama de la serie de J.J. Abrams, El lago azul también fue un pequeño hito pop de los primeros años 80. Brooke Shields y Christopher Atkins revolucionaron las hormonas adolescentes con la historia de dos chicos que crecen en un territorio inhabitado y acaban enamorándose.

Más de una década después, Milla Jovovich y Brian Krause repetirían la jugada en Regreso al lago azul, secuela que seguía casi punto por punto el original, aunque sin el éxito de su precedente. Ambos filmes aprovechaban los paradisíacos paisajes como inmejorable escenario para ofrecernos una historia romántica.

Algo que también harían cintas como Seis días y siete noches, donde Harrison Ford y Anne Heche demostraban que los amores reñidos son los más queridos, o Barridos por la marea, un bodrio que Guy Ritchie dirigió para su entonces mujer, la cantante Madonna.

La islas desiertas también pueden convertirse en un hábitat acogedor que permite que la familia viva en relativa armonía con la naturaleza, a la manera de los protagonistas de Los robinsones de los mares del sur, o que dos militares pertenecientes a bandos enfrentados abandonen sus diferencia, como les ocurre a Lee Marvin y Toshirô Mifune en la olvidada Infierno en el Pacífico.

A la vez, estos parajes alejados de toda civilización permiten especular sobre la posibilidad de nuevos modelos sociales. El director Peter Brook nos lo muestra en El señor de las moscas, adaptación de la novela homónima de William Golding. La película enseña cómo convive un grupo de niños después de sobrevivir al hundimiento del barco donde viajaban.

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