El presidente de Comunión y Liberación reflexiona en 'La belleza desarmada' sobre terrorismo, educación y refugiados

El libro, que está a la venta en librerías al precio de 18 euros, recoge un conjunto de reflexiones e intervenciones que han marcado la historia del movimiento de Comunión y Liberación en los últimos diez años, desde la muerte de su fundador, Luigi Giussani, y también quiere "entrar con humildad y coraje en el diálogo público y en las heridas profundas que afectan a este tiempo".

Asimismo, los textos, que han sido reelaborados y ordenados por el autor, tienen como objetivo ofrecer "una experiencia de vida a cualquiera que busque razones adecuadas para vivir y construir espacios de libertad y convivencia en una sociedad plural". "El acceso a la verdad --señala Carrón-- solo es posible a través de la libertad".

Para alcanzar su meta, el autor toma como punto de partida el "desmoronamiento de las evidencias" con que el Papa Benedicto XVI ha sintetizado la actual crisis antropológica de Occidente.

Tal y como el propio autor plantea en una pregunta que da título a este libro, y que escribió en un artículo publicado en la prensa española tras los atentados de Charlie Hebdo: "Nosotros cristianos, ¿creemos todavía en la capacidad que tiene la fe que hemos recibido de provocar un atractivo en aquellos con los que nos encontramos? ¿Creemos todavía en la fascinación victoriosa de su belleza desarmada?".

Según precisa el autor, "solo" el encuentro con personas cuya vida documente "una conciencia nueva y más profunda de sí mismos y de la realidad en todas las dimensiones del vivir --educación, familia, trabajo, política--" y que sean "testimonio de una belleza desarmada", puede generar "esperanza".

Julián Carrón nació en 1950 en Navaconcejo (Cáceres), fue ordenado sacerdote en 1975 y después ejerció como profesor en la Universidad Complutense de Madrid. Tras doctorarse en Teología, fue profesor de Nuevo Testamento en la Universidad Eclesiástica San Dámaso de Madrid.

En 2005 fue elegido presidente de la Fraternidad de Comunión y Liberación después de que el propio Luigi Giussani le llamara personalmente el año anterior para que se trasladara a Milán desde España para compartir con él la responsabilidad como guía del movimiento.