Lotería de Navidad 2012. El ser humano no está preparado para que le toque la lotería

    • Millones de españoles sueñan estos días con que les toque el Gordo de Navidad. Pero "la gran mayoría de las personas no está preparada psicológicamente para manejar, de repente, una cantidad de dinero muy elevada".
    • Los expertos aconsejan tomarse las cosas con calma, no dejarse llevar por la euforia del momento y mantener la rutina.
Así se preparan los niños de San Ildefonso para cantar el Gordo
Así se preparan los niños de San Ildefonso para cantar el Gordo
Ylenia Álvarez / David G.Tesouro
M. J. Arias

Consulta el especial sobre la Lotería de Navidad 2012

"Que me toque la lotería". Ese es uno de los sueños más recurrentes estos días. Con el sorteo de Navidad a la vuelta de la esquina, es inevitable fantasear con qué hacer con los 300.000 euros del Gordo. Pero, cuidado con lo que se desea. A veces se cumple y hay que saber cómo llevarlo para no volverse loco, literalmente. No todo el mundo está preparado psicológicamente para afrontar un cambio así. Los especialistas aconsejan calma y mantener la rutina, al menos, durante un tiempo.

Aunque no es lo más habitual, se han conocido casos de gente que ha ganado la lotería y ha acabado muy mal. Drogas, juego, deudas e, incluso, suicidios. Estos casos son los menos, pero dan que pensar. Si realmente que te toque la lotería es algo positivo, por qué ocurren estas cosas. Los expertos lo tienen claro. Amable Cima, profesor de Psicología de la Universidad San Pablo CEU, tiene la respuesta: "No todo el mundo tiene la madurez psicológica suficiente para asumir grandes retos". Saber cómo manejar una entrada tan fuerte de dinero de repente es uno de ellos. Si no se está preparado, algo que es positivo puede volverse negativo.

Estar capacitado para afrontar el premio o no depende de la situación personal de cada uno y también, claro está, de la cantidad. Si éstas son menores, el conflicto ni se plantea. Es cuando se habla del paso de una situación económica normal o baja a la categoría de millonario cuando pueden surgir los problemas. "El cambio como consecuencia de convertirnos en millonarios de la noche a la mañana puede producir en la persona un estado de alta excitación que le lleve a tomar decisiones un tanto impulsivas", explica Manuel Oliva, psicólogo clínico de Activa Psicología y Formación de Madrid.

Saber cómo afrontarlo depende de varios factores. A saber, y según enumera el propio Oliva, serían tres. El primero, contar con una situación personal, laboral y social "ajustada". Segundo, disponer de "recursos personales en nuestro repertorio para afrontar los acontecimientos de estrés". Y, por último, gozar de una personalidad y forma de vida "más reflexiva y no impulsiva". Cuando esto no ocurre, "la persona puede verse sobrepasada, aumentando su incertidumbre y confusión" y tomando las decisiones equivocadas.

La cantidad que recibe el poseedor de un décimo agraciado con el Gordo no es como para dejar de trabajar, pero aún así es una fuerte suma que hay que saber cómo gestionar, no ya económicamente, sino psicológicamente. "Tapar agujeros" es la frase más repetida entre los ganadores cuando se les pregunta, pero hay que saber muy bien cómo llevarlo para no dilapidar el dinero. Oliva explica que aunque deseable, el hecho de que te toque la lotería es una situación estresante. "Podemos sentir estrés ante cualquier cambio que se produzca en nuestra vida, incluso aunque estos sean deseados y esperados. El estrés se genera no sólo por situaciones negativas", aclara.

Una buena forma de tomarse esta nueva situación económica es, según este psicólogo clínico, con "calma, calma y más calma". No dejarse llevar por la "euforia inicial". No invertir a lo loco ni darse al "altruismo". Y, sobretodo, no "descontextualizarse", como remarca Oliva. Es decir, que una de las actitudes más sensatas al convertirse de pronto en millonario es mantenerse dentro de los "mismos parámetros sociales, laborales e incluso económicos que tenían antes de ese golpe de fortuna". Después, se irá viendo poco a poco, con tiempo y sopesando las decisiones que se toman.

En esa misma línea se manifiesta el profesor del CEU Amable Cima, quien considera que "dejar de trabajar es la peor decisión que se puede tomar". Siempre y cuando el premio te lo permita, claro. En algunos casos esa opción ni se baraja. "Lo más negativo es intentar un cambio radical de vida, pues las consecuencias suelen ser catastróficas", sentencia Cima. Dejar la gestión del dinero en manos de terceras personas habituadas a manejar grandes sumas puede ser una buena solución para evitar caer en el despilfarro.

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