"Sepang será más difícil para nosotros porque las rectas requieren velocidad y potencia, aunque esta pista es una mezcla de muchas características diferentes. Veremos cuánto podemos mejorar en las curvas lentas. Los coches de 2018 sin duda serán más sápidos y más divertidos de conducir. Ojalá podamos evitar dramas y hacer una carrera sólida", deseó Alonso en declaraciones facilitadas por su equipo.
"Después de Singapur", donde tuvo que abandonar a las primeras de cambio, el asturiano está "ansioso por volver al coche" y, como mínimo, "pasar de la primera curva".
"Por supuesto, lo que pasó fue decepcionante y es difícil ocultar tu frustración cuando eres víctima del incidente de otro. Sentí que teníamos el potencial para ser realmente competitivos en una de nuestras únicas oportunidades del año. Es una lástima que no pudiéramos traer los puntos a casa para demostrarlo, pero estas cosas suceden", se resignó.
Respecto a lo que espera este fin de semana, remarcó que "las condiciones en Malasia serán muy similares a Singapur: calor, humedad y un reto para los pilotos y el coche". "El pronóstico no será tan favorables esta vez, pero por supuesto vamos a luchar al máximo. Todavía quedan y seguiremos poniendo toda nuestra energía en terminar cada carrera en la mejor posición posible", animó.
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