El asturiano aprovechó la jornada y fue uno de los pilotos que más rodó sobre el óvalo del autódromo de Brickyard, con 122 vueltas, lo que supone algo más de la mitad de la distancia que deberá recorrer el próximo domingo 28 de mayo. Así, el bicampeón del mundo concluyó la sesión con una media de 226,147 millas por hora -363,94 kilómetros por hora-.
El más rápido del día fue el británico Max Chilton, expiloto de Marussia en 2013 y 2014, con una media de 228,592 millas por hora, seguido por su compatriota Ed Jones -228,118- y por el australiano Scott Dixon -227,165-, que se hizo anteriormente con la pole. Además, el español Oriol Servià terminó decimonoveno -225,389-.
Los últimos entrenamientos se celebrarán el viernes, y ya el domingo tendrá lugar la carrera, en la que Alonso saldrá desde la quinta posición y Oriol Servià, desde la duodécima. El asturiano concluyó la lucha por la pole con una velocidad de 372.24 km/h, que le valió para asegurarse la segunda línea de parrilla en la 101ª edición de la mítica cita yanqui.
Mientras, Dixon partirá desde la pole en una primera fila que compartirá con el estadounidense Ed Carpenter, doble 'pole man' de las 500 millas, y el californiano Alexander Rossi, compañero de Alonso y vigente campeón en el Brickyard de Indiana.
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