Gustavo Chigná, especialista del estatal Instituto de Vulcanología, indicó a periodistas que las explosiones del Fuego disminuyeron su fuerza a niveles que "se consideran en los parámetros normales".
La actividad eruptiva del volcán, de 3.763 m de altitud, situado entre los departamentos de Chimaltenango, Escuintla y Sacatepéquez (suroeste), había aumentado el pasado domingo con columnas de ceniza que alcanzaron 6.000 metros de altura y cuyas partículas cayeron en comunidades 70 km al sur del cono.
Además, las explosiones generaron retumbos audibles a más de 25 km del perímetro volcánico, causando vibración de techos y ventanas en casas de las aldeas cercanas.
El experto explicó que los flujos de lava desaparecerían en el transcurso de este martes al no tener alimentación de más material incandescente.
A pesar de que el volcán de Fuego mermó su actividad, el Instituto de Vulcanología recomendó a la Dirección General de Aeronáutica Civil que tomara las precauciones con la navegación aérea por la presencia de ceniza a 4.600 metros sobre el nivel del mar que se dispersa en dirección oeste y suroeste.
Entretanto, el volcán Santiaguito, ubicado 200 km al oeste de la capital, entró en una nueva etapa eruptiva con explosiones que lanzan columnas de ceniza que alcanzan los 3.600 metros de altura.
El volcán Pacaya, de 2.552 metros de altura y ubicado 55 km al sur de la capital, es el otro volcán activo en este país centroamericano.
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