La fuga se ha producido en un horno de gran tamaño, desde donde cae el material a una especie de 'piscina', y que se ha desbordado por causas que se desconocen. Esta fuga ha provocado daños en la maquinaria, aunque no serían irreversibles, en un principio.
La fuga ha sido controlada por operarios de la planta, que han contado con la colaboración de los bomberos municipales en las tareas de refrigeración para que se solidificara el material (hierro incandescente) y evitar posibles incendios.
Los efectivos municipales fueron alertados poco antes de las siete y media de la tarde. Al lugar se desplazaron 14 bomberos, con tres vehículos, dos de ellos autobombas, y que regresaron al parque de Santander sobre las ocho y media. Por la noche regresarán para llevar a cabo tareas de prevención.
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