Los efectivos continúan trabajando de forma manual con el apoyo de un helicóptero del Gobierno de Navarra, puesto que la otra aeronave ha sido retirada y permanece en su base para atender posibles emergencias, ha informado el Ejecutivo foral en un comunicado.
El fuego, que tiene baja intensidad, afecta a pastos y brezos, así como a algunos pinos dispersos, sin que haya peligro de que alcance masas arboladas.
Al ser en su mayoría una vegetación tupida y prensada, el avance de las llamas es muy lento, unos 10 o 15 metros a la hora. En este sentido, el Ejecutivo foral ha recordado que en el incendio declarado el pasado verano al norte de Tafalla las llamas llegaron a avanzar unos 2 kilómetros a la hora.
El incendio se declaró este martes alrededor de las 14.30 horas en la vertiente francesa por una quema descontrolada de pastos. Desde entonces han participado en las tareas de extinción bomberos de los parques Central, Navascués y Sangüesa, bomberos voluntarios de Isaba y personal contratado del parque de comarcal de Oronoz para la campaña invernal, así como guardas forestales.
Las labores se realizan con equipos de mano (batefuegos) ya que la fuerte pendiente del terreno impide el acceso de los vehículos.
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