GREENPEACE DEMANDA UNA RESPUESTA COORDINADA Y GLOBAL ANTE LA "NUEVA GENERACIÓN" DE INCENDIOS FORESTALES

Greenpeace mostró este lunes su preocupación ante el incendio que está afectando desde el sábado al entorno de Doñana, en Huelva, e hizo hincapié en la necesidad de que se lleve a cabo “una respuesta coordinada y global ante la nueva generación de incendios forestales que, como señalan los expertos, serán cada vez más frecuentes en un futuro próximo”.
El responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace, Miguel Ángel Soto, destacó en una nota de prensa que “ante las situaciones vividas recientemente, hacemos un llamamiento a evitar la simplificación del problema”, ya que “la meteorología actual está siendo un aviso de lo que nos depara el futuro: estamos viviendo el comienzo de verano más caluroso de los últimos 40 años y se están batiendo récords de temperatura en algunas estaciones climáticas”.
En este sentido, alertó de que “tras décadas de abandono rural y falta de aprovechamiento, y tras años de recortes en prevención y extinción de incendios, los montes son tremendamente vulnerables a los grandes incendios”.
Por ello, la organización destacó la urgencia de que las masas forestales se gestionen más y mejor, y que se pongan en marcha modelos de selvicultura que tengan en cuenta la variable del cambio climático, que favorezcan la diversidad genética y específica y que reduzcan la densidad de arbolado con vistas a hacer las masas menos vulnerables a grandes incendios, plagas y enfermedades.
A su juicio, son necesarios ecosistemas forestales y paisajes más resilientes al fuego y a los escenarios del cambio climático, así como una gestión más activa del paisaje que tienda a la imitación a pequeña escala del régimen natural de incendios: a través de las quemas prescritas, explotación forestal, extracción de biomasa para uso energético y ganadería extensiva.
Asimismo, Soto explicó que “los expertos señalan que el peligro no son los incendios forestales en general, no es el fuego”, sino que “el verdadero peligro son las perturbaciones extremas, los incendios de alta intensidad, los incendios incontrolables debido al cóctel formado por falta de ordenación del territorio, acumulación y continuidad del combustible, abandono rural y cambio climático”.
Por último, el responsable de la Campaña de Bosques de Greenpeace denunció una falta de cultura preventiva en zonas de urbanizaciones situadas en entornos rurales, y afirmó que “si queremos evitar que sean los grandes incendios forestales los que gestionen el paisaje durante los fenómenos meteorológicos extremos, tendremos que actuar nosotros antes de que lo haga el fuego”, porque “la inacción nos condena a más incendios forestales, más intensos y más destructivos”.

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