León.- La Plataforma para la defensa de Gistreo, que agrupa a colectivos y ecologistas bercianos, denunció hoy que en sólo dos días han ardido en la provincia de León 8.000 hectáreas forestales, en un atentado que parece haber sido bien planificado, y ante el que la Junta de Castilla y León ha actuado con "pasividad".
Los pirómanos -dice- actuaron simultáneamente en "puntos tan alejados unos de otros como: Pradela, Peranzanes y el Valle del Oza en El Bierzo; Truchas y Lomba en La Cabrera; Tonín en el municipio de Villamanín, donde a punto estuvo el fuego llegar a las casas; Robles de Laciana, Torrestío en Babia; y San Andrés de las Fuentes, Tremor de Arriba y Barrio de la Puente"
"Da la impresión -explican los conservacionistas- que esta cadena de incendios, provocados con la intención de causar un gran daño, estuvo muy calculada y planificada".
El colectivo critica a la Delegación Territorial por actitud pasiva y por no haber tomado medidas urgentes para ordenar "la investigación, captura y encarcelamiento de los incendiarios, que nosotros denominamos como terroristas ambientales".
"Abedulares extensos, robledales centenarios, bosques de encina y acebo en los que viven especies protegidas entre las que destacan el oso pardo y el urogallo, tardarán mucho tiempo en recuperarse de este devastador ataque a manos de unos tipos sin escrúpulos, cuya criminal obra, de no ponerle pronto un contundente remedio, podría quedar impune", argumenta la plataforma.
Los conservacionistas acusan a la administración autónoma de desinformación, reclama una ley de Montes que "ponga coto a tamaños desmanes y entre rejas a los delincuentes" y se pregunta a quien favorece la ocultación de datos sobre el patrimonio natural.
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