El ICOGA recomienda reducir y controlar los usos del agua no destinados a la población para combatir la sequía

  • El Colegio propone distintas medidas para enfrentar la escasez de lluvias en Andalucía, como reducción del consumo, rehabilitación de infraestructuras y aprovechamiento de nuevas fuentes
EUROPA PRESS

El Colegio de Geólogos de Andalucía (ICOGA) ha propuesto, ante la disminución del nivel de los embalses y la escasez de lluvias de este año hidrológico, que se reduzcan los usos del agua que no vayan destinados a la población, que se rehabiliten infraestructuras construidas para anteriores sequías y que se aprovechen nuevas fuentes.

Para el ICOGA, una medida a corto plazo para combatir las previsiones de sequía es la búsqueda del equilibrio entre los recursos disponibles y las demandas de agua mediante la reducción del consumo. En concreto, el Colegio ha sugerido que se optimice el gasto de agua en los sectores que lo permitan como la agricultura, industria, el turismo o el ocio, de modo que se garantice el abastecimiento a la población.

Sin embargo, cuando no sea posible esa reducción de los distintos usos del agua, el ICOGA ha recomendado que se exploten as aguas subterráneas para compensar la falta de aguas superficiales debido a la escasez de lluvias.

El Colegio ha advertido, en este aspecto, que el aprovechamiento de las aguas subterráneas ha de hacerse de forma racional. Existen muchas poblaciones que ya se abastecen exclusivamente de la explotación de acuíferos, por eso si se incrementara demasiado la demanda podría haber una sobreexplotación y peligrarían las reservas.

Para atajar sequías prolongadas, el ICOGA ha propuesto que se rehabiliten aquellas infraestructuras que fueron utilizadas para los mismos fines en anteriores episodios de escasez de agua. Un ejemplo son los sondeos que se construyeron en la Sierra de las Cabras para abastecer a la bahía de Cádiz durante la sequía de 1995. Esta infraestructura quedó en desuso al finalizar el periodo de escasez de lluvia, pero podría recuperarse en caso de necesidad.

El Colegio ha reconocido que la Cuenca del Guadalquivir tiene cierta vulnerabilidad por su deficiente capacidad de embalse. El estrecho margen que existe entre los recursos disponibles y las demandas se traduce en que, cuando hay una escasez de precipitaciones, pueden existir dificultades para abastecer de agua ciertas zonas.

Frente a la amenaza del cambio climático y la posibilidad de que las épocas de sequía sean más frecuentes, el ICOGA ha planteado que se controlen los sistemas de almacenamiento, se reduzca la demanda de agua y se incorporen otras fuentes al ciclo hidrológico como las desaladoras.

Por su parte, el Colegio de Geólogos de Andalucía se ha ofrecido como órgano consultivo para aquellas Administraciones que gestionan las Cuencas Hidrográficas. Los colegiados podrían aportar, entre otros conocimientos, su experiencia en la gestión de los recursos hídricos en tareas como la selección de áreas, las obras de captación o los ensayos de bombeo. En especial, los geólogos podrían contribuir a todos estos procesos con un asesoramiento que evite situaciones de sobreexplotación o contaminación.

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