Bale hace historia con Gales y los rusos se marchan de la Euro por la puerta de atrás

Gareth Bale lideró a Gales a un triunfo ante Rusia (3-0) que dio una histórica clasificación para octavos a los Dragones, además como primeros de grupo tras el empate entre Inglaterra y Eslovaquia, mientras que los rusos, anfitriones del próximo Mundial-2018, se marchan por la puerta de atrás.

De esta manera, Gales e Inglaterra, primero y segundo de la llave B, se unen a Francia, España, Italia y Suiza como equipos ya clasificados para los cruces, mientras que solo unos resultados improbables dejarían fuera a Eslovaquia como uno de los mejores terceros.

Los Dragones sellaron su pase con tantos del volante Aaron Ramsey (11), del lateral izquierdo Neil Taylor (20) y Gareth Bale (67), el superhéroe de la pequeña nación británica que, además, se coloca como líder de la clasificación de goleadores, con tres tantos.

"Es nuestro mejor partido desde que estoy aquí", declaró Bale, que en 2006 se convirtió en el jugador más joven en debutar con la selección absoluta de Gales, con poco más de 16 años y 10 meses. Desde entonces ha disputado 58 encuentros internacionales.

"Estamos muy felices. Ser primeros de grupo, ¿qué más se puede pedir? Es un suelo para nosotros", añadió.

Al terminar primero, Gales chocará en segunda fase ante al mejor tercero de las llaves A (Albania), C (por ahora Irlanda del Norte) o D (hasta hoy República Checa).

En Saint Etienne, ingleses y eslovacos se repartieron los puntos, lo que acabó contentando a todos, pese a que los Pross buscaron la victoria que les garantizase el primer puesto de la llave y, por lo tanto, un cruce más asequible.

Inglaterra, con Jamie Vardy y Daniel Sturridge como titulares después de haber anotado los goles de la remontada ante Gales (2-1), llevó la iniciativa y puso las ocasiones de gol, pero se topó ante el muro eslovaco y su portero Matur Kozacik, que hizo un partido espectacular.

"No podemos hacer mucho más. En los tres partidos jugamos al ataque e incluso aunque no pensaba que íbamos a dominar tanto, es un poco decepcionante", declaró el seleccionador inglés Hodgson tras el partido, aunque avisó: "Los goles llegarán".

Los aficionados ingleses, protagonistas en el arranque del torneo por los disturbios protagonizados en Marsella con motivo del duelo ante los rusos, vivieron esta vez una jornada festiva y sin incidentes. Entre los 14.000 hinchas de los Pross en el estadio de Saint-Etienne estaba el príncipe Guillermo, que se quedó como sus compatriotas con un sabor agridulce.

En este grupo B la gran decepción fue Rusia, organizadora del Mundial-2018.

Definitivamente, el deporte ruso está en el disparadero. A la exclusión del atletismo ruso de las competiciones internacionales tras destaparse un sistema "generalizado" de dopaje, que impedirá a muchos atletas de esta nacionalidad acudir a los Juegos de Rio, se une ahora la decepción de la selección de fútbol.

La eliminación de Rusia ya tiene su primera víctima: el seleccionador Leonid Slutski.

"Otro técnico debe dirigir a Rusia en el Mundial-2018", declaró el técnico que sustituyó al italiano Fabio Capello en agosto del año pasado con el objetivo de preparar a la selección rusa para 'su' Mundial.

"Quiero arrancar por pedir disculpas a los hinchas por el fútbol que hemos mostrado, y las personas que estaban aquí no merecían este nivel de juego", dijo nada mas comparecer en conferencia de prensa.

Lo peor de todo ya no es que Rusia haya sido incapaz de ganar ni uno solo de sus tres partidos disputados (empate 1-1 ante Inglaterra y derrotas ante Eslovaquia por 2-1 y Gales por 3-0), sino la imagen que han dejado sus violentos hooligans.

Las imágenes de la batalla campal en el centro de Marsella contra los hinchas ingleses el sábado 11 de junio, en la que resultaron heridas 35 personas, la mayoría británicos, dos graves, y los altercados provocados horas después en el estadio Velódromo horas después dieron la vuelta al mundo.

Ello valió que la UEFA sancionase a Rusia con la expulsión del torneo si sus ultras volvían a protagonizar incidentes dentro de los estadios. Ya no será necesario; los rusos se van por deméritos deportivos.

Involucrado en estos incidentes estuvo el presidente de la federación de hinchas rusos Alexandre Chpryguine, el ultranacionalista que el sábado fue expulsado de Francia por su participación en los disturbios de Marsella junto a una veintena de personas más.

Su caso provocó tensiones diplomáticas entre Francia y Rusia.

Tal como llegó a Moscú el sábado anunció que volvería a Francia para presenciar el partido de este lunes en Toulouse y así lo hizo.

A través de las redes sociales, publicó fotografías que daban a entender que se encontraba en la ciudad francesa y después lo confirmó a la AFP por teléfono: "Yo solamente fui expulsado. Mi visado Schengen no fue anulado. Puedo legalmente estar en la Unión Europea. Estoy en el partido con una entrada. No hay nada anormal".

El hincha radical no pudo ver la derrota de su equipo ya que fue de nuevo detenido antes de la conclusión del encuentro.

Es de esperar que la rocambolesca detención de Chpryguine y la eliminación de Rusia sean el punto final de la bochornosa participación rusa en el campeonato europeo y que al fin pueda hablarse de fútbol y nada más que fútbol.

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