Coetzee entrenará a Sudáfrica en busca de resultados y unos Springboks 'multicolor'

El sudafricano Allister Coetzee fue nombrado este martes seleccionador del equipo nacional de rugby en sustitución de Heyneke Meyer, que llevó a los Springboks a la tercera plaza del Mundial-2015, anunció la Federación Sudafricana de Rugby, que además le encarga ampliar la cuota de jugadores negros.

Coetzee tendrá la doble tarea de revertir los resultados deportivos del equipo a la vez que integra a más jugadores negros en la selección, conforme al deseo gubernamental.

Con 52 años, el exmedioscrum que pertenece a la minoría de "color", mestizos de lengua afrikáans, entrenaba hasta ahora al Kobe japonés y se convertirá en el segundo entrenador no blanco de los Boks tras Peter De Villiers (2008-2011).

Pero, sobre todo se le conoce en su país por haber sido ayudante del seleccionador Jake White durante la victoria en el Mundial-2007 en Francia, y por haber dirigido con cierto éxito a los Stormers de Ciudad del Cabo entre 2010 y 2015 en el campeonato Súper Rugby.

"El nombramiento de este entrenador es histórico por muchas razones. No es una cuartada, es una persona que se merece estar aquí", se felicitó el ministro de Deportes Fikile Mbalula, presente en la ceremonia de anuncio del nuevo seleccionador.

La Federación sudafricana, evidentemente, espera de él resultados. El equipo verde está en un mal momento, pese al tercer puesto en el último mundial a expensas de Argentina (4ª).

Los Springboks siguen acumulando cinco partidos perdidos en los 11 últimos test matches, incluida la humillante derrota contra Japón en el primer encuentro del Mundial de Inglaterra (34-32).

Pero, más dolorosas todavía para la gente del rugby son las seis derrotas en los últimos siete duelos ante su máximo rival, los All Blacks de Nueva Zelanda.

El bautismo de fuego de Coetzee está previsto para junio, con tres partidos contra Irlanda en Ciudad del Cabo, Johannesburgo y Port Elizabeth.

Preguntado por su filosofía de juego, minutos después de su nombramiento, el nuevo entrenador de los Boks desveló su intención de dar libertad a la creatividad de los sudafricanos, que tradicionalmente tienden a apoyarse demasiado en su superioridad física.

"Tenemos que ser inteligentes en la manera en la que usamos nuestra fuerza e insistir más en la toma de decisiones", aseguró Coetzee.

Pero, Coetzee tendrá que sobrellevar otro tipo de presión, extradeportiva y muy politizada, la de la participación de jugadores negros en el equipo nacional.

La federación, presionada por el gobierno, se comprometió a incluir al menos un 50% de jugadores negros en el equipo nacional de aquí a 2019.

"Eso no es un problema para mí", aseguró Coetzee, sin explicar cómo pensaba conseguirlo ya que a la vez prometía alinear siempre "el mejor equipo posible".

Durante el pasado Mundial de Inglaterra, los Springboks alinearon una media de tres no blancos por partido, mientras que los blancos son menos del 9% de la población del país, que tiene una gran mayoría de negros (80%) y mestizos (9%).

Desde un punto de vista estrictamente deportivo, esta evolución no se va a producir por sí sola. Los clubes sudafricanos están, por ahora, lejos de tener en su cantera los suficientes jugadores negros para suministrar jugadores al equipo nacional con regularidad.

El pasado fin de semana, de los cinco equipos sudafricanos que juegan el Súper Rugby, solo los Stormers alinearon a seis no blancos. El resto alineó entre tres y cinco en sus XV iniciales. Los no blancos fueron solo el 27% de los jugadores de los equipos sudafricanos.

Entre los argumentos que han llevado a la elección de Coetzee, debió pesar bastante su capacidad para formar equipos "multicolor", ya que cuando dirigió a los Stormers llegó a alinear cerca de la mitad de jugadores negros.

Su palmarés deportivo es más controvertido, incluso si sus Stormers se convirtieron bajo su mando en el equipo sudafricano más regular del Súper Rugby con cuatro participaciones en los play-offs en seis temporadas.

"Pero su incapacidad para ganar el título juega en su contra", apunta el excentro de los Springboks Brendan Venter, convertido en columnista.

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