Cubana Barrios defiende inocencia tras perder medalla olímpica por dopaje

La discóbola cubana Yarelis Barrios, despojada de la plata en los Juegos Olímpicos de Pekín-2008 por dopaje, defendió su inocencia y dejó entrever su retiro tras una exitosa carrera en el atletismo.

"El único doping que conozco es el sol que he cogido en la pista y las pesas que he levantado en mi vida. No obstante, siempre mantuve esperanzas de que hubiera una equivocación. Mi juego siempre ha sido limpio", expresó Barrios en una entrevista difundida el domingo por la prensa estatal.

La fornida deportista de 33 años fue despojada el jueves de su plata de Pekín, cuando el Laboratorio Antidopping de Lausana, Suiza, certificó que el contranálisis de la muestra de orina había dado positivo a acetozolamida, un diurético prohibido.

En un intento de probar su inocencia, Barrios contó que viajó Suiza junto con un abogado de la Federación Cubana de Atletismo y fue escuchada por la Comisión Disciplinaria del Comité Olímpico Internacional (COI).

"Allí solo conseguí que me miraran a los ojos, y explicar ante todos que nunca en mi carrera deportiva he consumido sustancias para mejorar el rendimiento. Pedí que revisaran la manipulación (de la muestra), el transporte, tengo mis reservas sobre ello" subrayó.

Barrios es la discóbola más laureda en Cuba. Cosechó bronce en los Juegos de Londres y en los Mundiales 2011 y 2013, y también fue plata en los campeonatos del mundo en 2007 y 2009. Debido al expediente abierto por dopaje, no participó en los Juegos Olímpicos de Río-2016.

"Había pensado retirarme después de Río, quizás estar otro año y después irme, pero ya no voy a entrenar más; no tengo ánimos para hacerlo. Es una vergüenza muy grande para mí, mi familia, mis amigos y mi pueblo", confesó la atleta.

El mayor escándalo de dopaje que involucró al deporte cubano ocurrió en los Panamericanos de Winnipeg-99, cuando fueron despojados de sus títulos el recordista mundial en salto de altura, Javier Sotomayor, y tres pesistas.

El entonces presidente Fidel Castro rechazó las acusaciones en una comparecencia televisiva y dijo que se trataba de un complot contra los deportistas de la isla.