Havelange, uno de los últimos dinosaurios del deporte mundial

Es una casta en vía de extinción: Joao Havelange, fallecido este martes, formaba parte de este grupo selecto de caciques que ha reinado el mundo del deporte.

Presidente de la FIFA desde 1974 hasta 1998, Havelange, que murió a los 100 años, dio a la institución una nueva dimensión. La dirección del fútbol mundial se convirtió en una máquina de hacer dinero y el Mundial se abrió a nuevos países (Estados Unidos y Japón-Corea del Sur), además de pasar de 16 a 32 participantes.

Acusado de dirigir el organismo mediante el clientelismo, el antiguo miembro del equipo olímpico brasileño de natación y waterpolo fue atrapado por los negocios y tuvo que renunciar a su cargo en el Comité Olímpico Internacional en 2011, antes de dimitir de su función de presidente de honor de la FIFA en 2013 en medio de escándalos de corrupción.

El brasileño fue el mentor de Joseph Blatter, el brazo derecho que le sucedió desde 1998 hasta 2015. Una persona cercana describía a los dos hombres unidos por una "relación padre e hijo". Ambos continuaban llamándose por teléfono cada semana.

Entró en 1975 como director de los programas de desarrollo, "Sepp" Blatter, de 80 años, aprendió todo de Havelange, del que fue secretario general durante 17 años. Convertido en el número 1 en 1998, Blatter siguió los pasos de su padre espiritual.

"¿Mi gran éxito? Haber hecho del fútbol universal". Así de orgulloso se mostró el suizo durante mucho tiempo, gran artesano del primer Mundial en el continente africano, en Sudáfrica en 2010.

Su reinado se cerró brutalmente, bajo una ola de escándalos. Se retiró el 2 de junio de 2015, cuatro días después de haber sido reelegido para cumplir su quinto mandato. Su posición ya no era sostenible. Una intervención del FBI y un arresto de altos dirigentes del fútbol mundial en un hotel de lujo de Zúrich días antes de su reelección provocó que la FIFA viviera la mayor crisis de su historia a causa de la corrupción a gran escala.

Blatter fue suspendido durante seis años por la justicia interna de la FIFA por el famoso pago controvertido de 1,8 millones de euros a Michel Platini. El suizo comparecerá el 25 de agosto en Lausana ante el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) para recurrir a su sanción.

Presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) durante cerca de 15 años, el senegalés disfrutó de muchos éxitos durante su larga carrera. Campeón nacional de salto de longitud, luego Director Técnico de la selección senegalesa y, más tarde, se volcó en política llegando a ser alcalde de Dakar y diputado.

Primer vicepresidente de la IAAF, el senegalés llegó al frente del primer deporte olímpico a los 66 años tras la muerte del italiano Primo Nebiolo en 1999.

Diack, de 82 años, también fue seducido por los negocios y fue investigado por corrupción y blanqueo de dinero, ademas de ser sospechoso de haber encubierto casos de dopaje de atletas, sobre todo rusos. En agosto 2005, descartó presentarse en la reelección de la presidente de la IAAF, que terminó en manos de la leyenda británica Sebastian Coe.

Nacido en 1941, el holandés comenzó a presidir en 1984 la Federación Internacional de Ciclismo, luego la Unión Ciclista Internacional hasta su marcha en 2005, año en el que se retiró Lance Armstrong.

Su cercanía, incluso a los asuntos de negocios, con el antiguo vencedor del Tour causó que una comisión investigara sobre sus posibles compromisos. Convertido en uno de los hombres más influyentes del deporte mundial, sobre todo del Comité Olímpico Internacional. Verbruggen presidió la coordinación de los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008.

El gran financiero de la F1, que cumplió 85 años en octubre, continúa reinando sobre un deporte que ha sobrevivido a varias crisis importantes, de las cuales dos quiebras de las escuderías Caterha y Marussia y el accidente de Jules Bianchi en Japón en los últimos meses.

Desde los años 80, el inglés dirige casi toda la Fórmula 1, aunque cedió el pasado verano a causa de un juicio de corrupción en Múnich, que acabó con el pago de 100 millones de euros. Luego, regresó a los negocios. Todo ello con el beneplácito de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), cuyos los dos últimos presidentes, Max Mosley, de 74 años, y Jean Todt, de 69 años, eligieron dejarlo.

Fallecido en 2010 a los 89 años, el español dirigió el Comité Olímpico Internacional entre 1980 y 2001. Según su sucesor, el belga Jacques Rooge, "el dirigente más influyente del COI" desde Pierre de Coubertain, el fundador.

Luego de heredar una institución obsoleta, el antiguo secretario de Deportes del dictador español Franco, que hizo entrar en el olimpismo del profesionalismo, consiguió de los Juegos lo que son hoy en día, gracias a los enormes contratos de patrocinio firmados con las multinacionales y el aumento exponencial de los derechos de televisión.

Marcado por los escándalos de corrupción, sobre todo en los de los Juegos de Invierno en Salt Lake City en 2012, su mandato también se vio salpicado por el dopaje con el famoso caso del velocista canadiense Ben Johnson en los Juegos de Seúl de 1988.

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