De los parques, a ganar a Brasil: así se fraguan las estrellas del fútbol sala iraní

  • El entrenador español Jesús Candelas trabajó con la federación iraní durante tres años y basó su trabajo en mejorar la liga, el nivel de los entrenadores y el del fútbol base.

    Recuerda cómo hombres y mujeres juegan en los parques al fútbol sala y al voleibol, lo que les permite tener una técnica exquisita. "Lo que no sabían era dar pases, tirar a puerta o jugar como equipo".

Los jugadores de Irán celebraron por todo lo alto su victoria sobre Brasil
Los jugadores de Irán celebraron por todo lo alto su victoria sobre Brasil
Getty Images

El brasileño Falcao, el mejor jugador de la historia del fútbol sala, quería retirarse en lo más alto. Y lo hizo… pero manteado por los jugadores de Irán y no como campeón. Brasil hincó la rodilla ante una rival disfrazado de lobo con piel de cordero que ya está en los cuartos de final del Mundial, donde juega este sábado ante Paraguay (22:30 horas)

Irán, sí, que nadie se lleve las manos a la cabeza, es once veces campeón de Asia (la última vez fue este año) y desde 2012 hasta 2015 estuvo dirigido por el español Jesús Candelas, el entrenador más laureado a nivel de clubes, que le llevó hasta el puesto número 5 del ránking mundial (actualmente es sexta).

Candelas, con cinco títulos de Liga, seis de Copa de España, seis Supercopas de España o dos campeonatos del mundo de clubes en su exitoso palmarés, fue precursor del gran Caja Segovia de finales de los 90 y promotor del dominio mundial del Inter Movistar durante la década del 2000.

El madrieño (7 de octubre de 1957) trabajó como seleccionador iraní con la misma plantilla que ha eliminado a Brasil. Conoce todo sobre ellos, por eso no se ha quedado blanco por el resultado, como otros. “¿Una sorpresa? Depende”, comenta en una entrevista para lainformacion.com. “Y ¿sabes por qué Irán pudo ganar a Brasil? Porque los iraníes pueden ser tan buenos individualmente como los brasileños ¿En qué supera Brasil a Irán? En los conceptos de pase y de disparo. Pero no lo supieron aprovechar”.

Jesús Candelas vivió tres apasionantes años en una cultura muy diferente a la española. Una tierra donde no hay un centro comercial cada 500 metros y recuerda que “su vida social se desarrolla en los parques, es su ocio. Allí ves a la gente joven y mayor jugando al voleibol o al fútbol sala porque no existen los campos de fútbol 11 al ser espacios reducidos. Esto es lo que genera un nivel exquisito de habilidades”.

Sí en Brasil disfrutan con el ‘jogo bonito’ del fútbol aprendido en la calle, en Argentina del potrero, en Irán los mejores jugadores se crían en los parques. Candelas disfrutaba paseando por ellos y quedaba prendado de los jugadores jóvenes: “Yo disfrutaba viéndolos jugar”, recuerda.

Pero a la hora de competir a nivel mundial, la selección iraní quedaba coja en el aspecto de la competitividad. Candela trabajó en “hacerles entender que lo más importante en el juego de equipo es el pase. Y me pasaba horas y horas ensayando en entrenamiento real situaciones de 5 para 4, para mejorar el pase en superioridad”.El entrenador suele ser el más mayor o el presidente

Cuando Irán llamó al entrenador español buscaba dar una metodología y una experiencia a su fútbol sala. Necesitaban mejorar las formas de trabajo y Candela supeditó todo a tres aspectos para mejorar a los iraníes: “El nivel de la liga, el nivel de los entrenadores y el deporte base”.

Candelas recuerda que “la liga era competitiva, pero tenía el hándicap de no tener playoff y no sabían lo que era jugar sin red, jugarte el todo por el todo en un partido de eliminatoria. Entonces yo implementé un formato de Copa para que los jugadores cogieran esa experiencia. En principio no gustó, pero terminó siendo positivo. Esto da experiencia a nivel emocional, de psicología cognitiva”.

El segundo aspecto que intentó mejorar Candelas en el fútbol sala del país asiático fue el de los entrenadores: “Lo que hacen es poner al más mayor y así se le respeta, pero no hay una escuela, una cultura del aprendizaje para desarrollar detalles. Nadie iba de fuera a dar valor al conocimiento que tenían y es algo que sigue pasando. Muchos de los entrenadores son jugadores o los presidentes de los clubes. Y ese es el mayor problema que tuve. Yo intentaba imponerme, pero nadie te acepta fácilmente”. Candela también trabajó con el fútbol base para que los niños fueran cogiendo las costumbres desde pequeños, algo que no entraba hasta entonces en su cultura deportiva.Ninguno de los jugadores es profesional

El fútbol sala es el tercer deporte en Irán por detrás de fútbol y del voleibol. La primera división del país no es profesional, pero a pesar de ello es una de las mejores de Asia. Candelas convenció a la federación para que algunos jugadores salieran fuera del país. Y lo hicieron los dos mejores, que son Hassan Zadeh y Mohammad Keshavarz, nombrado varias veces mejor jugador de Asia (los dos macaron ante Brasil).

“Les animé a jugar en la liga rusa y cogieron una experiencia importante. Algunos salen a China, Catar o Dubai, pero eso no le da valor a ellos porque el nivel de la liga es inferior al de Irán. Lo importante es que salgan a Europa, pero no es habitual”, explica el entrenador español.

“¿Profesional? Allí no saben lo que es. Allí tienen jugadores que cobran para mantener una vida normal. O trabajan o estudian. No existe el profesionalismo. La jugadores de la selección viven con los salarios del fútbol sala porque cobran algo más de lo normal e Irán es un país barato en comparación con Europa. Además, tienen una paga por parte del Estado por nacer en Irán, como todos los ciudadanos. Los que juegan viven de esto, pero no tienen la tranquilidad de afianzar una riqueza para montar un negocio que le solucione la vida. Allí cuando dejan de jugar se enfrentan al reto de la vida laboral y tienen que buscarse la vida”, explica el técnico.Los rituales del vestuario

En Irán son chiítas ( seguidores del yerno de Mahoma,) y “antes de los partidos tienen una relación muy directa con la oración. El ritual antes de los partidos era muy emocionante”, recuerda Candelas. “Hay un rezo en el que piden que no pase nade en el partido y hay unos minutos para diversas oraciones. Yo me limitaba a respetarlo y era muy interesante”.

A día de hoy Irán “puede ganar a cualquiera, pero les falta ser constantes. O juegan a un nivel alto o bajo. Nosotros entrenábamos para ser más competitivos y si lo consiguen estarán siempre peleando por los triunfos”,

Candelas ya no trabaja para la selección de Irán, pero les ha preparado la gira premundialista para que llegaran a un gran nivel competitivo: “Fueron a jugar a Croacia, a Eslovenia a Italia, en un calendario que les propuse. Yo dejé mi cargo porque ellos tienen que aprovechar el legado”, indica.Las chicas también son campeonas asiáticas

En Irán, las mujeres no pueden ver los partidos masculinos en los pabellones, pero los hombres sí pueden entrar a los partidos, “aunque a los calentamientos”, apunta Candelas. “Son anécdotas que vives allí”.

El español también tiene mucho que decir en cuanto al éxito de las mujeres iraníes, que son las actuales campeonas de Asia. Dentro de su trabajo en la federación, participó en el desarrollo del fútbol femenino y admite que salió “muy enriquecido con esta experiencia".

Recuerda, que para mejorar “hacían un entrenamiento a dos toques, tenían esa norma. Era su metodología en el proceso de trabajo para mejorar el juego. También tenían calidad y queríamos que consiguieran dar un pase a la primera y dar ventaja a su compañero con respecto a su oponente. Era maravilloso como lo entrenaron y como llegaron a conseguirlo”. Este gol es un ejemplo de ello. Merece la pena verlo.

"En la sociedad no les permiten cosas, no lo critico, es su cultura y para mí era encomiable verlas trabajar. Sus entrenamientos duraban más de lo que deberían durar, hacían esfuerzos enormes”, finaliza el español, uno de los pocos a los que no les sorprendió la samba de Irán.

Mostrar comentarios