Jorge Llames: "Tengo la suerte de ser el número uno, pero nunca te puedes confiar"

  • Tirador olímpico y récord absoluto de pistola de velocidad, le debe todo a su padre. "Me entrenó hasta 1998 cuando falleció. Gané el campeonato del mundo y se lo dediqué", explica.

    "En Londres tuve una sensación agridulce porque me quedé fuera de la final por un punto. En Río quiero estar entre los seis mejores y optar a medalla", afirma a lainformacion.com.

Ni fútbol, ni baloncesto, ni tenis... el 17 de octubre de 1978 nació en Avilés (Asturias) un especialista en tiro. La afición de su padre le llevó a ir acumulando entrenamientos y torneos exitosos hasta proclamarse campeón del mundo, y batirse a sí mismo 10 veces el récord de España en la modalidad de pistola de velocidad. Su nombre es Jorge Llames, y tras quedarse a un paso de la final en Londres, buscará la medalla en Río. Y es que queda muy bonito decir que lo importante es participar, pero "el objetivo de cualquier deportista de competición es ganar", algo a lo que Jorge está acostumbrado en su carrera.

¿Cómo te introdujiste de pequeño en este mundo?

Suele ser bien porque algún familiar es tirador, bien por algún amigo que lo practica. Al enseñarlo le llama la atención a la gente y se enganchan al deporte.

En mi caso fue por afición familiar. Mi padre era tirador y me introdujo en el mundo del tiro. Después me fue entrenando hasta su fallecimiento en el año 1998 en el que me proclamé campeón del mundo. Me viene de sangre.

¿Cómo y dónde lo entrenabas de pequeño?

Empecé en Asturias en el club de tiro Ensidesa Trasona, desde el año 1994 hasta 1998. Entrenaba allí cuatro o cinco días por semana.

En 1998 me proclamé campeón del mundo junior y me vine a Madrid a la residencia Blume.

Cuando el resto de adolescentes se dedicaban al fútbol o al baloncesto, tú al tiro... ¿Era extraño?

No me decían nada porque al principio también practicaba otros deportes. Después me dediqué al tiro y utilizo el 90% de mi tiempo a entrenar esta modalidad.

La mayoría de los que saben que lo practico, han querido practicarlo también y les ha encantado.

¿Cómo le explicarías a la gente qué es la pistola de velocidad?

Es una modalidad deportiva dentro de las que hay en el tiro olímpico. Es una disciplina en la que se dispara a una silueta situada a 25 metros y se hace en series marcadas por un tiempo.

Las cuatro primeras series de competición constan de 8 segundos para realizar un disparo a cada uno de los cinco blancos a 25 metros. Las cuatro siguientes son a 6 segundos y las cuatro últimas a 4 segundos.

¿Cómo se puntúa?

Las dianas están divididas en sectores de puntuación (del 1 al 10 o del 5 al 10), se efectúan 60 disparos por competición y se clasifican las seis mejores puntuaciones.

¿Qué cualidades hay que tener para ser un buen tirador en pistola de velocidad?

Requiere un mínimo de reflejos para poder habituarte a los tiempos de competición y al ritmo de trabajo.

Hay que tener talento y después con el trabajo, el esfuerzo y la constancia consigues sacar tus buenos resultados.

La gente puede llegar a pensar que no se necesita mucha preparación física… ¿pero la necesitas realmente no?

Buscamos tener una buena tonificación muscular. En mi disciplina necesitamos ejercicios donde tengamos una percepción de reflejos y también una resistencia, porque los tiempos son muy cortos pero estamos mucho tiempo en un campo de tiro, algo que te machaca.

Solemos hacer 8 o 9 entrenamientos técnicos a la semana y 5 o 6 físicos. Sobre todo en el gimnasio. También mantenemos el sistema aeróbico para que un exceso de pulsaciones del corazón, no provoque ningún tipo de movimiento a la hora de efectuar el disparo.

Me imagino que para conseguir esa precisión se necesita mucha tranquilidad durante la competición…

Es un deporte de cabeza. Una vez que tienes la técnica es todo concentración. Si tienes un mal día puede que no seas capaz de concentrarte antes de entrar.

Puedes ser técnicamente el mejor del mundo, pero si no te centras no rindes. La cabeza es primordial para afrontar cada momento de la competición.

¿Quizás sea uno de los deportes en los que el factor mental es más importante?

Sí. Pasamos mucho tiempo visualizando un solo punto en blanco y eso hace que la mente se fatigue mucho. A veces te crea cansancio, te sales de la competición.

La concentración se trabaja con ejercicios en un psicólogo también. Según cómo sea tu manera de actuar te dice qué tipo de ejercicios te convienen.

Nosotros hemos estado muchos años trabajando con psicólogos. Ahora, los que estamos arriba, a no ser que nos encontremos mal, ya no trabajamos día a día con ellos.

Hasta ahora nunca he tenido que abandonar una competición por el tema mental, pero vamos a tocar madera (risas). Eso sí, cuando ves que estás a punto de ganar un gran campeonato, te puede venir el nerviosismo y de encontrarte arriba pasas a la mitad de la tabla. Algunos rivales que iban terceros se desplomaron hasta el puesto 30.

¿Hay que tener un pulso de cirujano para triunfar en el tiro?

No sé si de cirujano pero sí que hay que trabajarlo al máximo. Tener una buena condición aeróbica y física es fundamental. Ponerse a 140 pulsaciones por minuto cuando vas a disparar el arma hace muy difícil controlar su efectividad.

Campeón de España 9 veces consecutivas, campeón de la Copa del Rey y de la Reina 10 veces seguidas… ¿Cuál es tu secreto?

Horas y más horas de entrenamiento técnico y físico. Dedicación de unas seis u ocho horas diarias seis días a la semana.

Llevo 21 años en el equipo nacional y estoy acostumbrado. Empecé de niño practicando un par de horas por semana y vas aumentando para estar más arriba. He tenido la suerte de ir sumando títulos a mi palmarés desde 1998. Aquí no nos regalan nada.

A nivel nacional, ¿sientes que no tienes rival ahora mismo?

Nunca se sabe cuando vas a una competición qué es lo que te puedes encontrar. Otro puede estar mejor preparado que tú.

Tengo la suerte de ser desde hace unos años el número uno, pero no te puedes confiar. 

Soy el mejor constantemente en cuanto a estabilidad y regularidad. Siempre estoy ahí y por eso he sido campeón de Europa y tercero en la Copa del Mundo.

¿No desgasta estar siempre en la cima?

Sí, pero yo sigo entrenando y cada año veo que estoy mejor. No tengo tantos altibajos entre competición. Todavía el cuerpo y la mente me piden marcha y puedo aguantar unos años más dando guerra.

¿Hasta qué edad se compite en el tiro?

Mientras el cuerpo no tenga achaques, hay deportistas que aguantan en la alta competición hasta los 50 años. Es un deporte longevo pero en el que hay que cuidarse bastante.

¿Qué te hace seguir adelante?

Por un lado, la adrenalina que produce. Por otro, la sensación de competir. Lo que me gusta es esto y sé que valgo. Soy el número uno de España, pero quiero más. Quiero ser el número uno de Europa y del mundo.

 

¿Se puede vivir exclusivamente del tiro profesional?

No, es muy difícil. En otros países sí, pero en España no te facilitan las cosas. Como no seas muy bueno y optes a becas ADO y a algún tipo de patrocinio, es muy complicado.

Seguimos luchando para darle más popularidad a nuestro deporte y atraer más espectadores también a través de retransmisiones de televisión.

Yo me dedico enteramente, pero también hago mis trabajos en otros ámbitos. Soy formador por ejemplo de empresas de seguridad, profesor de armamento y tiro para las fuerzas de seguridad del Estado y también instructor de submarinismo.

¿En qué países el tiro es una disciplina reconocida?

En Alemania sin duda alguna. Todas las competiciones que se disputan allí se retransmiten en directo por ‘Eurosport’.

En Rusia, casi todos los tiradores son militares o policías como pasa en Alemania, en Francia o en Italia. Cuando alcanzan el rango de deportista de alto nivel, les meten en una escuela para formarles en lo que ellos quieran trabajar el día de mañana.

¿Cuál ha sido el culmen de tu carrera hasta ahora?

El torneo que más me ha emocionado y ha marcado mi carrera deportiva fue cuando me proclamé campeón del mundo junior en Barcelona en 1998, porque hacía dos meses y medio que había fallecido mi padre (14 de abril).

En un principio no contaba con ir porque me encontraba muy mal y desde abril hasta junio dejé los entrenamientos porque me entrenaba él.

Un antiguo directivo de la Federación me envió los billetes a casa para que fuese si quería y participé en tres modalidades. En una quedé cuarto, en otra décimo y en pistola de velocidad me proclamé campeón del mundo. Se lo dediqué a mi padre.

Se utiliza un arma en tu modalidad, ¿qué le dirías a la gente que puede asociar ese arma a la violencia?

Es un error. Utilizamos un arma de competición que no tiene nada que ver con un arma que se utiliza para cometer delitos. Tienen una configuración y calibres para la competición especiales.

La puedes adaptar a tu medida en cuanto a peso. Las empuñaduras son específicas para cada mano. Además, son muy caras las armas y pueden costar entre los 1.800 o 2.000 euros.

La gente que practica este deporte suele ser tranquila y equilibrada y hay mucho compañerismo.

Recomiendo a cualquiera que pueda leer esto, que se acerquen a ver una competición y verán que es un deporte cívico y les animo a probarlo porque les enganchará.

¿Por qué lleváis gafas?

Las gafas se usan porque hay gente que tiene pérdida de visión y en mi caso, las uso por protección.

Cuando tiras al aire libre se quedan partículas en el ambiente que se te pueden meter en los ojos.

En un segundo se te puede nublar la vista y eso te puede afectar un buen resultado. También se utilizan en función del tema de luces o climatología.

Como tirador imagino que te gustarán las películas de acción…¿Con qué personaje de ficción te identificas más?

Es complicado elegir (risas), pero me identifico más con James Bond, el agente 007. A todo el mundo le gustaría ser un agente secreto.

¿Los Juegos Olímpicos de Londres fueron especiales?

Sí, porque después de toda mi trayectoria era lo que me faltaba por alcanzar. Aparte mi pareja (Sonia Franquet) también estaba clasificada en la especialidad de tiro y pudimos vivirlo juntos compitiendo.

Fue una gran satisfacción pero me quedé con el sabor agridulce por no meterme en la final a pesar de ir muy bien preparado. Me quedé fuera por un punto.

Vaya casualidad una pareja de tiradores...

Sí (risas). Tengo la suerte de tener alguien al lado que viaja como yo, en la alta competición, que entiende esta filosofía de vida. Es un apoyo del uno al otro, y la mayoría de las veces viajamos juntos y nos ayudamos a la hora de afrontar los retos.

Llega Río, ¿cuál es tu objetivo?

Intentar que el día de la competición yo me encuentre bien y seguro. Si la cabeza me lo permite sé que puedo estar en la final entre los seis mejores del mundo.

A todos los conozco, he competido con ellos y a todos les he ganado en alguna ocasión. Ya en la final, pensaremos en luchar por la medalla. Es el sueño de cualquier deportista. Todos los que van a Río van a por la medalla.

Ambicioso, por lo que veo...

Queda muy bonito decir que lo importante es participar. Pero el objetivo de cualquier deportista de competición es ganar.

Si vas con otra mentalidad no te va a salir bien. No hay que conformarse nunca con lo que haces.

Mostrar comentarios