RSF crea un centro para la protección de las periodistas afganas

  • El centro apoyará a las reporteros y formulará recomendaciones a las autoridades y los medios para que garanticen su seguridad
EUROPA PRESS

La organización en defensa de la libertad de prensa Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha inaugurado este martes en Kabul el primer centro de prensa dedicado a la protección de las periodistas afganas, en un acto que ha contado con la presencia de varios altos cargos del Gobierno y el Parlamento afganos.

En la víspera del Día Internacional de la Mujer, la inauguración del primer Centro para la Protección de las Periodistas Afganas (CPAWJ) ha contado con la asistencia de Hossien Mortazavi, portavoz de la Presidencia afgana; la ministra de Trabajo y Asuntos Sociales, Nasri Oryakhail; el fiscal general, Farid Hamidi; la viceministra de Asuntos de la Mujer, Spozhmai Wardak; el viceministro de Información y Cultura, Kamal Sadat, y de la presidenta de la Comisión de Mujeres del Parlamento, Fawzia Kofi. Entre los asistentes al acto se encontraba también Zohra Yousof, asesora de la primera dama, Rola Ghani.

El CPAWJ estará dirigido por la célebre periodista afgana Farideh Nikzad y es la primera organización de Afganistán creada por y para las periodistas, según ha explicado RSF en un comunicado. Su objetivo principal es apoyar y proteger a las periodistas, en particular a las que ejercen su profesión en las provincias más remotas de Afganistán y que, por tanto, se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.

"Con la creación de este centro queremos enviar un potente mensaje a las periodistas afganas, así como a todas las mujeres del país", ha asegurado la periodista afgana Farideh Nikzad, directora y cofundadora del centro.

"Queremos apoyar a estas periodistas en las zonas de conflicto pero también en los medios de comunicación donde trabajan; defender sus derechos y su integridad física. Para ello, necesitamos que el Gobierno y los directivos de los medios de comunicación asuman sus responsabilidades en esta lucha fundamental para la sociedad afgana", ha señalado.

El CPAJW, del que RSF es cofundador, tiene como objetivo luchar contra todas las formas de presión, sociales y materiales, que afrontan las periodistas al ejercer su profesión. El centro nace con la voluntad de ser un lugar de intercambio para que las periodistas, especialmente las que trabajan en regiones aisladas, puedan contar con redes de información y con los contactos necesarios para desempeñar su actividad profesional.

El centro también hará recomendaciones a las autoridades para que apliquen las leyes en lo que respecta a la cuota femenina en los medios de comunicación. Además, contactará con los directivos de los medios para luchar contra la discriminación en las redacciones y proteger mejor a las profesionales del periodismo. Otra de las funciones del CPAWJ será ofrecer formación en seguridad física y digital.

"Nos enorgullece anunciar la creación de este primer Centro para la Protección de Periodistas Afganas", ha señalado el secretario general de RSF, Christophe Deloire. "Estas periodistas son doblemente víctimas: por una parte, de la guerra impuesta por los talibán y los combatientes de Estado Islámico (EI); por otra, de las fuertes presiones que reciben en su entorno. Cada año, decenas de periodistas son amenazadas, agredidas o tienen que exiliarse. Protegiendo a las periodistas, defendemos la libertad de prensa en Afganistán", ha agregado.

El CPAWJ cuenta con la colaboración de diez mujeres periodistas en otras tantas provincias del país y cinco de ellas viven en zonas de conflicto. El nuevo centro de prensa constituye la primera red femenina de la profesión periodística y su plan es ampliar esta red a todo el país, según ha indicado la ONG.

RSF ha señalado que la presencia de las mujeres en los medios de comunicación en Afganistán es "un logro importante" y ha recordado que las primeras periodistas comenzaron a trabajar en la radio en 1918. "Las periodistas siempre se han encontrado en la primera línea, víctimas de los conflictos que han tenido lugar en el país, como la guerra civil (1992-1996) o el régimen de los talibán (1996-2001). Desde 2003, los periodistas vuelven a tener diversas dificultades, especialmente el riesgo físico", ha indicado.

En este sentido, la ONG ha señalado que las periodistas, además de la inseguridad, afrontan "obstáculos sociales" impuestos generalmente por sus "allegados". "El algunos casos, son las mismas familias las que, por miedo a la inseguridad y las amenazas, se convierten en un factor de presión", ha afirmado.

Tras recordar un estudio de una organización local que señala que el 53 por ciento de las familias tienen problemas por el hecho de que su hija trabaje, RSF ha asegurado que ese porcentaje ascidende al 80 por ciento de las familias en las provincias de Kandahar y en Nangarhar.

En este sentido, Reporteros Sin Fronteras ha recordado que, desde 2002, al menos cuatro periodistas han sido asesinadas por sus parientes --entre ellas Shaima Rezayee, de la cadena de televisión Tolo, en 2005, y Shakiba Sanga Amaj, de Shamshad, en 2007--, "víctimas a la vez de la propaganda fundamentalista, que prohíbe que las mujeres trabajen en una sociedad patriarcal, y de la falta de protección de las autoridades".

La ONG ha asegurado que la violencia contra las periodistas ha aumentado un 60 por ciento en seis años y ha denunciado que decenas de reporteras han sido agredidas, amenazadas o acalladas en provincias más aisladas como Nangarhar. "Otras han sido obligadas a abandonar su trabajo. En ciertas regiones ya no hay mujeres periodistas", ha añadido.

RSF ha contado que, desde 2001, han sido asesinadas trece periodistas y colaboradoras de medios de comunicación, cinco de ellas extranjeras, y otras doce se han visto obligadas a abandonar el país centroasiático, que ocupa el puesto número 120 de los 180 países analizados en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada por esta ONG.

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